El proceso de fabricar campanas de bronce no ha cambiado mucho en 1.000 años en Pontifical Marinelli Foundry. Lo que cambia es dónde doblan sus campanas, ya que la empresa familiar más antigua de Italia pone la vista en el exterior para escapar a la economía local.

La compañía de Agnone, una pequeña ciudad unos 220 kilómetros (137 millas) al sudeste de Roma, ha aumentado las exportaciones al 20% de sus ingresos, cuatro veces la proporción de hace 10 años. En momentos en que la economía italiana entra en el tercer año de recesión, la dependencia de las ventas al exterior crecerá, dijo Pasquale Marinelli, propietario de la fundición junto con su hermano.

"En Italia, toda decisión sobre gasto, incluidas las relacionadas con campanas como las nuestras, se han suspendido a la espera de tiempos mejores", dijo Marinelli, que tiene 43 años y las campanas de cuya compañía cuelgan en el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York, en el Vaticano y en la Torre Inclinada de Pisa. "Los pedidos del exterior nos permiten trabajar todo el año".

Italia experimenta su mayor depresión económica desde que empezaron a llevarse los registros después de la Segunda Guerra Mundial. En los últimos cinco años han cerrado por lo menos 37.000 empresas familiares italianas, según la asociación de pequeñas empresas CGIA.

La tercera mayor economía de la zona del euro se contraerá 1,9% este año antes de expandirse 0,6% en 2014, dijo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en un informe. El consumo privado no experimentará cambios el año próximo y se estima que las exportaciones "cobrarán más fuerza" a medida que "se acelere la demanda externa", dijo la Ocde.

Hecho en Italia


El producto interno bruto cayó por noveno trimestre consecutivo y declinó 0,1% en julio-septiembre, dijo el 14 de noviembre el instituto nacional de estadísticas, Istat.

"Todo fabricante italiano que quiera sobrevivir a la crisis tiene que vender por lo menos un 80% al exterior", dijo Carlo Alberto Carnevale Maffe, un profesor de estrategia empresarial de la Universidad Bocconi de Milán. "Las campanas de Marinelli tienen un valor tanto funcional como simbólico, lo cual las hace singulares y las ubica en el pequeño grupo de los llamados productos de calidad 'Hechos en Italia' que tendrán éxito a pesar de la crisis".

Afectados por la crisis de la deuda que estalló en Grecia hace cuatro años, los países del sur de Europa tratan de recuperar cierta prosperidad mediante las exportaciones.

La oficina de estadísticas de Italia pronosticó la semana pasada que las exportaciones crecerían un 8% este año y el próximo. Portugal, que necesitó un rescate de emergencia en 2011, dio a conocer su primer superávit de balanza de pagos en bienes y servicios en seis décadas. España estima que este año tendrá su primer superávit de cuenta corriente en 20 años.

"Durante la prolongada crisis financiera, las compañías que lograron expandir su espectro de productos y fortalecer los lazos con mercados emergentes fueron las más exitosas en su respuesta a la crisis", dijo Emanuele Baldacci, un jefe de departamento de Istat, en un correo electrónico del 14 de noviembre.