Gabriel Boric: "No vamos a entrar en la lógica vacía de todos contra la derecha porque sí"

Gabriel Boric

Reitera que el FA debe plebiscitar la postura para el balotaje y que si bien no se siente "convocado" por Guillier, acatará la decisión "colectiva".




Con un libro en la mano y usando una polera con la consigna "NoTPP", el diputado del Movimiento Autonomista Gabriel Boric se sienta en un café de Providencia para comenzar con la entrevista. Comenta que le preocupa el subsidio al gas en la región que representa, Magallanes; analiza el escenario para la segunda vuelta presidencial, y aborda la crisis por la que pasó el Frente Amplio.

Si bien en el Frente Amplio han dicho que trabajan para pasar a segunda vuelta, ¿cree que es necesario un acuerdo entre la centroizquierda?

La Nueva Mayoría tiene que entender que el Frente Amplio es un proyecto con autonomía y que de ahora en adelante no puede asumir de que tanto en el Parlamento como en eventuales segundas vueltas va a tener a disposición lo que el Frente Amplio representa. Las conversaciones tienen que ser en marcos programáticos y políticos.

¿Y qué postura debe tener el Frente Amplio de no pasar con Beatriz Sánchez a segunda vuelta?

En esa eventualidad, tiene que ser una decisión que incluya a los comunales y, en particular, a quienes se hayan sentido convocados por el espíritu frenteamplista. Yo soy partidario de hacer un plebiscito, donde, después de una discusión política que se dé en los territorios, se pueda tomar una decisión.

¿Comparte que un nuevo gobierno de Sebastián Piñera sería un retroceso?

Evidentemente, Sebastián Piñera representa las antípodas de lo que nosotros buscamos. Por lo tanto, no tenemos ninguna duda de que un gobierno de Piñera sería nocivo en esos términos. Pero también tenemos diferencias sustantivas con la Nueva Mayoría. Entonces, el sumar en una suerte de bolsa de gatos el todos contra la derecha, porque sí, me parece que es insuficiente para tener una discusión política seria.

Pero si ustedes no pasan a segunda vuelta, ¿cómo aportarían para evitar un triunfo de Piñera?

Nosotros no vamos a entrar en una lógica vacía de todos contra la derecha porque sí. Vamos a dar una discusión política programática, donde la resolución final la tiene que tener toda la gente que se haya sentido convocada por el proyecto del Frente Amplio. Nosotros con la Nueva Mayoría hemos tenido diferencias sustantivas en materia de educación pública, tributaria o pensiones. No me parece que sea una discusión sencilla que se anule solo por el hecho de que Piñera esté al frente.

Jorge Sharp ha dicho que se dará un debate particularmente agudo cuando se discuta la decisión de segunda vuelta. ¿Podría eso generar una ruptura en el Frente Amplio?

No, para nada. Somos una fuerza política con proyección a largo plazo. Creo que todos tenemos la madurez para entender que más allá de las legítimas diferencias y la diversidad, que es positiva, los desafíos comunes que tenemos son mucho más grandes. En la segunda vuelta va a haber diferencias, de seguro, y por eso es importante que lo zanjemos democráticamente.

Usted, particularmente, ha señalado que no votaría por Guillier...

Yo soy un militante disciplinado y la decisión que tomemos colectivamente es la decisión que yo voy a defender. Si efectivamente logramos zanjar un plebiscito y se define apoyar a una candidatura que no sea la nuestra, yo lo voy a hacer y sin ningún problema. A mí y al Movimiento Autonomista no nos hace sentido la indiferenciación del todos contra la derecha. Por tanto, sin una discusión política de estas características no me voy a sumar al coro del mal menor.

¿Pero no se cierra a dialogar?

Yo me acuerdo de la situación del Partido Comunista, tanto en la elección de Ricardo Lagos como en la primera de Michelle Bachelet, cuando para un acuerdo de segunda vuelta plantearon una serie de puntos programáticos, los que quedaron en su mayoría en nada. Por tanto, tengo un legítimo recelo de los acuerdos de última hora. La Nueva Mayoría no es un proyecto que me convoque, por tanto, tampoco la candidatura de Guillier.

El Frente Amplio enfrentó una crisis interna por el veto a Alberto Mayol. ¿Cómo analiza ese episodio?

Al Frente Amplio nos ganó la ansiedad, hubo mucha falta de experiencia y no fuimos capaces en su momento de dimensionar la gravedad que tenía que un proyecto que pretende cuestionar las formas tradicionales de hacer política caiga en lo mismo. Además, el episodio del distrito 10 ayudó a desechar el discurso solo basado en la novedad, y creo que hoy correctamente los énfasis están puestos en los contenidos y no en esto de la vieja política versus la nueva política.

Pero varios destacan lo novedoso como algo positivo...

A mí la idea de novedad y de juventud en sí misma no me parecen virtudes, me parece mucho más interesante el nuevo lema de campaña de Beatriz Sánchez: "El poder de muchos". Denota una voluntad democratizadora, más que la fuerza de lo joven o la fuerza de lo nuevo. Tenemos que ser capaces de sumar a quienes no son tan nuevos y que no por eso se constituyen en pecado.

¿Cree que la metodología de consultar con las bases y tomar las decisiones de manera colectiva puede entrampar las decisiones políticas si llegan a ser gobierno?

Nosotros tenemos que lograr desconcentrar poder. Yo prefiero avanzar al paso del más lento, que ir con una velocidad que vaya dejando a nuestra gente atrás. Eso no significa que cuando haya que tomar decisiones importantes no se tengan que tomar. Vamos a tener que encontrar un equilibrio, y eso es parte de los desafíos que tenemos como Frente Amplio.

Se les ha cuestionado que no pueden darle gobernabilidad al país. ¿Qué liderazgos tiene hoy el Frente Amplio que estén preparados para formar parte de su gobierno?

En Chile existen muchísimos dirigentes sociales con tremendas capacidades. Quizás no son la gente con la que conversa la Sofofa o Icare, pero son tremendamente capacitados. Por ejemplo, en materia de salud, Carolina Espinoza; en pensiones, Luis Mesina; en materia laboral, el académico José Luis Ugarte; o en materia económica, Nicolás Grau. Si me piden un gabinete ahora, no lo puedo dar. No me corresponde hacerlo tampoco.

¿Cómo ve el escenario de su conglomerado en las próximas elecciones parlamentarias?

Para mí es muy difícil pronosticar en torno a número, pero creo que es evidente que el Frente Amplio va a tener un crecimiento exponencial que va a ser gradual en el tiempo. Vamos a lograr diversificar los liderazgos del Frente Amplio, cosa que es tremendamente positiva. Creo que vamos a tener del orden de los 20 parlamentarios electos. Ojalá también demos una sorpresa en el Senado, especialmente en la Séptima Región, en la Quinta y en Arica.

¿Sacar 10 diputados sería un fracaso?

No, no sería. La política es a largo plazo, y no tenemos que angustiarnos. El Frente Amplio va a tener un proceso de aprendizaje, crecimiento y maduración que se tiene que proyectar en el tiempo. No tenemos que quemar todas las naves ni ponernos ansiosos por el hecho de solo una elección.

El subsecretario del Interior se tomó vacaciones en medio de la tensión en el gobierno por el manejo ante los comuneros mapuches en huelga de hambre. ¿Cómo lo ve?

Aleuy sale por muy malos motivos. Aleuy es una persona seria, me ha tocado relacionarme con él, y pese a tener tremendas diferencias, creo que es un tipo muy preparado, pero creo que su defensa de la aplicación de la Ley Antiterrorista es algo que en un Chile democrático no tiene que tener sustento. Ha sido un terrible error el enfoque que le ha dado el gobierno, desde la salida de Huenchumilla, al trato con el pueblo mapuche.

¿No cree en la versión de la Presidenta Bachelet de que son unas vacaciones y que Aleuy va a volver a retomar sus labores?

No, nadie cree en eso.

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