Gobierno logra alinear al oficialismo en reforma al binominal

Cámara despachó anoche proyecto al Senado, con sus principales artículos aprobados. PS accedió, además, a retirar enmienda para reponer subpactos, ante fuerte rechazo de la DC.




Un documento de seis páginas distribuyó ayer en la mañana el gobierno entre un reducido grupo de diputados de la Nueva Mayoría, horas antes que comenzara la votación de la reforma al sistema binominal en la Cámara. El texto buscaba convencer a quienes tenían reparos sobre el proyecto y, sobre todo, a aquellos que pusieron en duda sus votos.

"¿Las campañas pasan a depender más del dinero que del contacto con el barrio? No. ¿Los distritos más grandes harán más difícil hacer campaña? No", se leía en uno de los párrafos del escrito.

Los mensajes eran el inicio de una serie de gestiones que se desplegaron en Valparaíso, y que tuvieron éxito recién a las siete de la tarde, una hora después de que los diputados ingresaran a la sala para retomar la discusión.

Pero los resultados se vieron pasadas las 10 de la noche: 86 diputados -de la Nueva Mayoría, RN e independientes- aprobaron la idea de legislar para reemplazar al binominal, versus 28 votos en contra. En una segunda votación en general, por cambios a la ley de primarias y gasto electoral, incluso hubo 88 apoyos.

Los votos proyectados en la pantalla de la sala provocaron aplausos en las tribunas. Aunque RN optó por rechazar el resto de articulado, el voto a favor en general era un señal para expresar su disposición a lograr un acuerdo en el Senado.

La UDI, en tanto, reprobó el resultado. En los discursos los diputados gremialistas habían reiterado una supuesta inconstitucionalidad por la falta de financiamiento en el alza de parlamentarios: de 120 a 155 diputados, y de 38 a 50 senadores.

Esas votaciones fueron sólo las primeras de la noche, ya que luego se dio paso a la revisión de todos los artículos del proyecto.

Las mayorías, sin embargo, fueron suficientes para que el gobierno lograra sacar la reforma sin "mutilaciones", en aspectos esenciales, como el distritaje. Al final de la sesión, el oficialismo dio paso a la euforia y los abrazos.

Durante la jornada, los ministros Rodrigo Peñailillo (Interior), Ximena Rincón (Segpres) y Alvaro Elizalde (Segegob), junto al principal asesor del jefe de gabinete, Róbinson Pérez, sostuvieron numerosas conversaciones para asegurar ese objetivo.

Incluso, las tratativas habían comenzado el martes. Ese día se aseguró el voto de los radicales, gracias a la gestión del ministro de Justicia, José Antonio Gómez.

Con ese asunto ya resuelto, el gobierno se abocó a la bancada socialista, donde había tres diputados declarados en rebeldía. Así, el titular de Interior se reunió en una oficina con legisladores del PS que habían advertido que sus votos no estaban asegurados. Esto, debido a severas aprensiones por el aumento en el tamaño de los distritos, por el financiamiento de la reforma y por la falta de solución al conflicto por los subpactos. El primer intento por convencerlos de votar a favor no fue suficiente. Tuvo que producirse otra reunión, esta vez con Elizalde presente, en la que los diputados Fidel Espinoza, Christian Urízar y Jenny Alvarez terminaron por comprometer su apoyo.

Así, el gobierno logró alinear a los últimos parlamentarios, comprometiendo, según fuentes socialistas, mayores aportes públicos para las campañas, punto que se materializará en una eventual reforma a las leyes de gastos electoral y de partidos políticos.

En paralelo, Róbinson Pérez conversó con los presidentes del PPD y el PR, Jaime Quintana y Ernesto Velasco, sobre el conflicto instalado entre la DC y el PS por la incorporación de subpactos. Pero justo a esa hora, representantes de la falange y del socialismo dieron por terminada la negociación. Peñailillo, en conversaciones previas, había pedido hacer gestos. Finalmente el PS cedió.

En este escenario, el jefe del PS, Osvaldo Andrade, y el diputado Leonardo Soto, quienes habían encabezado las negociaciones, anunciaron que retirarían la indicación que reponía los subpactos.

La decisión se comunicó públicamente luego de una reunión de Peñailillo con todos los presidentes de partido de la Nueva Mayoría y los jefes de bancada.

Otro flanco abierto fue el sistema que obligaba a los partidos llevar un 40% de mujeres en sus plantillas de candidatos. Pero este punto fue resuelto transitoriamente el lunes, luego de que Peñailillo accediera a retirar la disposición del Ejecutivo que eximía a las primarias del cálculo de cuotas. Sin embargo, la fórmula definitiva para zanjar la incompatibilidad entre cuota y primarias quedó pendiente para el Senado.

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