HRW denuncia "patrón sistemático de abusos" contra opositores en Venezuela

La organización denunció que en ocasiones fiscales y jueces "conocieron, participaron o de otro modo toleraron abusos contra manifestantes y detenidos".




Las fuerzas de seguridad de Venezuela incurren en un "patrón sistemático de abusos" contra manifestantes opositores, incluyendo la tortura, con el fin de inhibir las protestas, denunció la  organización Human Rights Watch (HRW) en un informe divulgado el lunes.

HRW encontró "evidencias convincentes de graves violaciones de derechos  humanos cometidas por miembros de las fuerzas de seguridad", señala el documento.

En ocasiones, fiscales y jueces "conocieron, participaron o de otro modo  toleraron abusos contra manifestantes y detenidos, incluyendo serias  violaciones de sus derechos de debido proceso", denunció la organización con  sede en Nueva York.

Según el documento de un centenar de páginas, titulado "Castigados por  protestar", los "integrantes de las fuerzas de seguridad también permitieron que pandillas armadas partidarias del gobierno atacaran a civiles que no  estaban armados, y en algunos casos colaboraron abiertamente con ellas".

"Estos hechos no son aislados y constituyen un patrón sistemático de abusos", dijo el director del capítulo americano de HRW José Miguel Vivanco, al  presentar el informe en Washington.

"El presidente (Nicolás) Maduro no puede, ni debe, ni pudo ignorar estos hechos y debe cesar de atribuirle la responsabilidad por la violencia y los abusos a la oposición, llamándolos fascistas", afirmó.

"Numerosas evidencias"

Una investigación de HRW en marzo -durante el peak de las protestas- halló "numerosas evidencias" de abusos en 45 casos que involucran a más de 150  víctimas en Caracas y los estados de Carabobo, Miranda y Lara en Venezuela.

En casi todos los casos, uniformados recurrieron "reiteradamente a un uso  ilegítimo de la fuerza", así como "descalificaciones políticas" contra  manifestantes pacíficos y desarmados, incluso después de que estuvieran  detenidos, según el informe.

En al menos diez casos, "los abusos claramente constituyeron tortura", y en  otros 13 fueron dirigidos contra fotoperiodistas o personas que tomaban  imágenes de la represión policial. 

Para Vivanco, esta situación "representa la crisis más grave que hemos  presenciado en Venezuela en años".

El país suramericano se está convirtiendo en una "anomalía" en derechos  humanos en América Latina frente a otros países como Chile o Brasil, donde los  casos extremos de abusos policiales en las recientes protestas recibieron la  condena de las más altas autoridades, aseguró el directivo.

El gobierno venezolano calificó a las protestas de "golpe de Estado en  desarrollo" y afirma que la violencia es producto de dirigentes opositores o de  los manifestantes, quienes han bloqueado calles y enfrentado con piedras o bombas molotov a las fuerzas de seguridad.

Pero esos casos son una "reducida minoría", señaló Vivanco.

Según el director de HRW, "ese lenguaje que utiliza el gobierno al más alto  nivel (...) procura un ambiente donde los agentes del Estado y estas pandillas  armadas se sienten respaldados para actuar con violencia contra los supuestos  conspiradores".

"Evidentemente lo que se busca es imponer el temor y amedrentar" a los  manifestantes, afirmó.

Las manifestaciones callejeras, cuya intensidad ha disminuido desde que se  iniciaron el 4 de febrero, han dejado 41 fallecidos y más de 700 lesionados,  mientras que la Fiscalía realiza 145 investigaciones por violación de los  derechos humanos, la mayoría por trato cruel.

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