La guerra de cifras entre Gobierno argentino y sindicatos por seguimiento de la huelga general

Los sindicatos aseguran que el éxito de la huelga es contundente y rechazaron las declaraciones del Gobierno, que cifró en 75% de los trabajadores que no se sumaron al paro.




La huelga general convocada para hoy por centrales sindicales opositoras no fue adherida por el 75% de los trabajadores, según los cálculos del Ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner, rechazados por los sindicatos, que cifran la adhesión en un 85%.

Durante su rueda de prensa diaria, el jefe de Gabinete del Gobierno, Jorge Capitanich, sostuvo que, atendiendo al número de gremios que no se sumaron a la convocatoria y su número de afiliados, el 75% de los trabajadores "manifestó su voluntad de trabajar hoy, no adhiriendo al paro".

"Hay 20 gremios, que cuentan con 30 mil afiliados, que efectivamente no adhieren y sólo 8 que manifestaron su adhesión", detalló.

Sin embargo, los sindicatos salieron al cruce de las declaraciones del Gobierno y

aseguraron que el "el éxito de la huelga es contundente",

según declaraciones del secretario del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, al diario La Nación.

"Hay un acatamiento del 85 por ciento. En los colectivos viajan dos o tres personas. La gente ha adherido a la medida de fuerza. No hay trenes, no hay aviones, no hay bancos, no funcionan los puertos, los bares están cerrados", sostuvo Moyano.

"El paro ha sido masivo, pese a que el Gobierno hizo todo lo posible para desprestigiarlo", agregó.

Para el Ejecutivo, la medida de fuerza de los sindicatos opositores, que protestan contra las políticas del Gobierno de Cristina Fernández y reclaman una rebaja en el impuesto de las ganancias, es de carácter "político" y la convocan los gremios que protestan son los que tienen salarios más altos.

"No les interesa el rol del Estado en la protección de los que menos tienen. No les importa la política redistributiva. Si no quieren pagar impuestos, que lo digan claramente", apuntó el jefe de ministros.

La huelga general comenzó ayer a mediodía con la llamada a un paro de 36 horas de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) opositora, secundada por agrupaciones de izquierda.

Por su parte, el sector opositor de la Confederación General del Trabajo (CGT), que reúne, entre otros, a poderosos gremios del transporte, realiza su paro de 24 horas hoy. 

Buenos Aires amaneció con piquetes en algunas de las principales rutas de acceso a la capital que cortaron la circulación pero

las líneas de autobús urbano, los taxis y la mayoría de las líneas de metro se mantenían en funcionamiento

, informaron medios locales.

Permanecen inactivos los ferrocarriles, las estaciones de servicio, los bancos, el correo, los juzgados, los peajes y la recolección de basuras. 

Otros sectores parcialmente afectados por el paro por la adhesión de algunos sindicatos son la administración municipal y estatal, las escuelas, los hospitales y los aeropuertos.

Además, supermercados, pequeños comercios y bares y restaurantes pueden sufrir problemas de suministro a lo largo de la jornada por el paro de los gremios de camioneros.

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