La ilusión chilena es joven

Christian Garin y Nicolás Jarry dejaron a Chile 2-0 sobre Perú y dejaron al equipo nacional a un punto de ganar la serie.




Desde un par de años a la fecha la misión es clara: apostar por la juventud para forjar un equipo de Copa Davis a mediano y largo plazo.

De este modo, se buscaba recuperar la mística de las series de antaño, en las que el público vibraba y levantaba a diversas figuras como sus grandes ídolos. El año pasado esta idea fracasó, porque todavía faltaba rodaje. Sin embargo, ayer comenzó a recobrarse una parte importante de ese viejo romance.

Dos jóvenes figuras, las más noveles de todas las series de Copa Davis que se disputan esta semana, fueron las encargadas de ilusionar a un público que concurrió en buena cantidad al Club Palestino.

Y no se defraudaron.

Los triunfos de Christian Garin sobre Duilio Beretta y de Nicolás Jarry ante Juan Pablo Varillas dejaron a Chile a un paso de clasificar a la siguiente ronda del Grupo II de la Zona Americana. Sin embargo, antes hubo que sufrir. Y mucho...

Al mediodía, el primero en saltar a la cancha fue Garin. El tenista de 18 años ingresó con un intenso pique, al igual que su ídolo Rafael Nadal. Se notaba concentrado y con ganas.

El primer juego entusiasmó, con un quiebre inicial. No obstante, la ansiedad y los nervios no le permitieron ratificar esa ventaja, reviviendo viejos fantasmas. Así, el primer set se fue por 6-4, en favor de su rival.

La historia se repitió en la siguiente manga. Un rápido quiebre lo puso arriba en el marcador. Sin embargo, nuevos errores no forzados, la mayoría por falta de calma para resolver, lo pusieron en una incómoda situación. No pudo cerrar el set y debió irse al tie break, en el que Beretta sacó a relucir su mayor experiencia.

Con dos sets en contra, el chileno debió redoblar sus esfuerzos para no irse completamente del partido. Mostró mayores variantes en sus golpes desde el fondo y logró botar los nervios, ante un rival que también sintió la presión. Al menos, en la tercera manga, donde ganó por un claro 6-1.

Animado por la gente, el pupilo de Guillermo Pérez Roldán luchó por el cuarto set. Como en todos los demás, no pudo cerrarlo antes y debió irse al desempate, que lo favoreció, por 7-2.

En la definición, el suspenso se alargó hasta el final. Nuevamente contó con quiebres a favor, que no pudo ratificar en los juegos siguientes. No obstante, la batalla psicológica la terminó ganando después de casi cinco horas, con un 10-8 en el quinto parcial.

Cuerpo al suelo, abrazo con Nicolás Massú y lágrimas con su entrenador coronaron los momentos posteriores de un triunfo que se alargó innecesariamente, adquiriendo, eso sí, un sentido épico.

El aplomo de Jarry

Su buena campaña en los últimos meses le dio a Nicolás Jarry la posibilidad de ser singlista titular ante Perú. Su rival, un contemporáneo suyo: Juan Pablo Varillas, quien lucía un triunfo ante el chileno en juniors.

Sin embargo, ayer la realidad fue distinta. El espigado jugador arrasó en los dos primeros sets y en menos de una hora ya estaba arriba por doble 6-2. No obstante, el adversario creció y logró arrebatarle la tercera manga, por 6-3, y forzó el tie break en el cuarto. Pero fue ahí donde el nieto de Jaime Fillol sacó la jerarquía y cerró el partido, logrando su primer triunfo en la Copa Davis

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