Las claves que revelan la trascendencia del matemático Alan Turing

El británico, que descifró el código de los nazis en la II Guerra Mundial, fue uno de los pioneros en la computación.




Con ocho nominaciones al Oscar, la película "The Imitation Game" (El código enigma), se perfila como una de las favoritas para llevarse alguna de las estatuillas entregadas por la Academia.

La trama se centra en la vida del científico británico Alan Turing, considerado como uno de los padres de la computación y quien tuvo un rol primordial durante la Segunda Guerra Mundial, al descifrar el código secreto con el que se comunicaban los nazis.

Su carrera se vio frustrada repentinamente, luego que en la década de los 50 se revelara publicamente su homosexualidad. Sin embargo, su relevancia en el área de la computación y la inteligencia artificial es innegable, y terminaron por imponerse cuando a fines de 2013 recibió el perdón real, 60 años después de su muerte.

Estas son las principales claves que explican su trascendencia.

Matemáticas y computación

Desde pequeño sintió inclinación por las matemáticas, pasión que fue profundizando cuando llegó a la adultez. En 1935 ya era profesor del King's College.

En esta etapa de la vida también experimentó con máquinas electrónicas capaces de resolver algoritmos, que son consideradas como una de las primeras computadoras modernas.

Código nazi

Durante la Segunda Guerra Mundial, Turing fue reclutado por el gobierno británico para intentar descifrar el Código Enigma, el lenguaje criptado con que se comunicaban los nazis.

Para lograr esto, fue clave el uso de su máquina. Los principales mensajes interceptados iban dirigidos a los submarinos alemanes que estaban en el Atlántico. Los nazis confiaban tanto en su código, que transmitían información altamente sensible por este medio.

El haber descifrado este código es considera como uno de los elementos clave que llevaron al término del conflicto bélico.

Vida post guerra

Terminada la Segunda Guerra Mundial, Turing se centró en el estudio de la biología matemática. Uno de sus grandes intereses era establecer el motivo por el cual habían códigos matemáticos en estructuras vegetales.

Parte de sus computadoras, en tanto, fueron destruidas por Winston Churchill después de la guerra, con el objetivo de mantenerlas en secreto de la Unión Soviética.

La denuncia de un robo, en 1952, derivó en el término de su carrera y su supuesto suicidio.

Condena y castración química

Cuando la policía inglesa comenzó a indagar un atraco en el departamento de Turing, a comienzos de los 50, quedó al descubierto que el científico era homosexual. En esa época, esto era considerado un delito en Gran Bretaña, por lo que el matemático fue condenado.

Turing fue condenado a la castración química, para lo cual tuvo que inyectarse sustancias que inhibían su sexualidad.

Muerte

Producto de la castración química, Turing cayó en un estado depresivo. En 1954, cuando tenía 41 años, falleció tras ingerir cianuro, que estaba en una manzana. La fruta quedó a medio comer.

La investigación oficial determinó que se trató de un suicidio, pese a que algunos de sus familiares han apuntado a que pudo tratarse de un accidente.

Legado

Además de ser considerado uno de los padres de la computación, durante años decenas de científicos -liderados por Stephen Hawking- solicitaron a las autoridades inglesas que anularan la condena que se había dictado contra Turing.

Finalmente, el 24 de diciembre de 2013, recibió el "indulto real", dictado por la reina Isabel. En esa ocasión, el gobierno británico reconoció el aporte de Turing a la ciencia.

Se dice que el logo de la empresa Apple -la manzana mordida- es un homenaje a Turing, y la forma en que falleció.

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