De Manuel a Pep: ¿cuánto cambió el City?

Manuel Pellegrini, Pep Guardiola

Han pasado casi cinco meses desde la llegada del catalán y las diferencias con Pellegrini se remarcan: desde el dibujo táctico, pasando por la prescindencia de jugadores, hasta una nutrida pauta reglamentaria para el plantel. También hay puntos en común entre los DT.




Esta historia comienza el 1 de febrero de este año. Aquel día, uno antes de que Manuel Pellegrini cumpliera 100 partidos en la Premier League con Manchester City, se confirma lo que era un secreto a voces: su reemplazante sería Josep Guardiola. Sin haber abandonado su puesto, el Ingeniero era consciente de que su sucesor sería un viejo anhelo de la dirigencia del club, particularmente de Txiki Begiristain y Ferrán Soriano, que lo conocían desde el Barcelona. "Ya lo sabía hace un mes", se escudaba el chileno.

Han pasado casi cinco meses desde el cambio de mando y los caminos de uno y otro van por carriles distintos. Mientras el catalán conduce los destinos de un plantel con obligaciones, Pellegrini se fue a Oriente sumando una experiencia tan exótica como sorpresiva: dirigir en China. Entonces, ¿cómo ha cambiado el City desde la era Pellegrini hasta la era Guardiola?

Si de táctica se trata, hay una primera diferencia. El City de Pellegrini era ordenado y de buen pie en el medio, que funcionaba con un 4-4-2 o un 4-2-3-1, en el cual Yaya Touré era el cerebro. El City versión Pep no busca regalar el balón. Por lo tanto trata de funcionar desde la salida de su arquero. La presencia de un golero con las cualidades de Claudio Bravo se hace relevante. Dependiendo de los rivales, el planteo de Guardiola puede mutar, aunque el 4-1-4-1 es el dibujo madre. Si hay algo tienen en común es la referencia de área: Sergio Agüero.

Otro punto en común es la posesión de balón. El City de Guardiola es el equipo con mayor índice de la liga inglesa, con el 60,8 por ciento de promedio. Por su parte, la última temporada de Pellegrini en la Premier fue el cuarto equipo con mayor posesión, con 55,2%. Lo superaron Arsenal (56,9%), Manchester United (55,9%) y Tottenham (55,3%).

El pasado 1 de noviembre, el elenco celeste rompió su maleficio contra el Barcelona. Y ese juego dejó en evidencia también la flexibilidad del DT en su manera de plantear los partidos, sobre todo si tiene rivales de peso. Le ganaron al Barça renunciando a uno de sus preceptos intrínsecos. Ante los culé tuvieron el 34,7 por ciento de posesión contra el 65,3% de los catalanes.

Apenas llegó a Manchester, Guardiola rearmó el plantel y eso conllevó un importante gasto económico y el descarte de varios regalones de Pellegrini. En cinco incorporaciones (Stones, Sané, Gundogan, Bravo y Nolito) gastaron 168,6 millones de euros. Todo esto sin contar la adquisición del brasileño Gabriel Jesús en 32 millones de euros, quien se unirá en 2017. Al mismo tiempo se fueron Bony, Demichelis, Hart, Mangala y Nasri. En la última temporada de Pellegrini invirtieron 192,6 millones de euros en sólo cuatro jugadores: De Bruyne, Sterling, Otamendi y Delph.

Dentro de esta reestructuración, quienes pagaron un precio más alto con las nuevas decisiones fueron Hart y Touré. El arquero no era del gusto del entrenador, por lo tanto tuvo que partir. Hoy el 1 es Bravo. "Mientras Bravo siga demostrando en los entrenamientos que debe jugar, Pep nunca le quitará (la titularidad) por un error", dijo a La Tercera Martí Perarnau, biógrafo de Guardiola durante su paso por Alemania. Mientras tanto, el caso del marfileño es particular, porque el descarte tenía que ver con el enojo del representante, Dimitri Seluk, con el DT por la no inscripción en la lista para la Champions. En la fecha pasada, ante Crystal Palace, Touré volvió y anotó un doblete.

Por contraparte, la llegada del catalán permitió el segundo aire de elementos que en la última temporada de Pellegrini no cumplieron a cabalidad. Por ejemplo Aleksandar Kolarov, quien en determinados partidos ha sido central por la izquierda. Algo parecido hizo Guardiola con David Alaba en el Bayern.

Dentro del método de trabajo, el catalán marcó desde un inicio una pauta reglamentaria para su plantel. Al igual que en el Barcelona, en 2008, Pep cambió los hábitos alimentarios de sus jugadores. Afuera las pizzas, adentro bandejas con fruta y comer en conjunto. Con Pellegrini, en ocasiones el plantel tenía la chance de comer pizza en el camarín después de los partidos.

También se les exige a los futbolistas ser puntuales: deben llegar una hora antes del entrenamiento. Si no, multa. También se prohibieron las salidas nocturnas en días de semana y estableció un código de conducta con multas de entre 250 y 6 mil euros. Samir Nasri, quien estuvo poco tiempo bajo sus instrucciones antes de partir al Sevilla, contó que el DT le pide a sus jugadores que si tienen sexo lo hagan siempre antes de la medianoche.

Si Pellegrini es un técnico de una personalidad cauta y de un estilo tradicional, Guardiola es más histriónico, que vive los partidos intensamente y que participa de los entrenamientos a la par de su plantel. Estilos distintos pero con el mismo afán: ganar.

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