Marcel antes del Central

Mario Marcel

Egresó del Instituto Nacional, ingresó a la Universidad de Chile, se convirtió en ayudante de investigación en Cieplan, fue el primer chileno en llegar a Cambridge y entró al primer gobierno de la Concertación. Así partió Mario Marcel.




Pudo ser arquitecto, pero lo desechó. Su motivación por seguir una carrera ligada a las políticas públicas lo impulsó a elegir Ingeniería Comercial en la Universidad de Chile, con la claridad absoluta de que su inclinación sería por la mención en Economía y no en Administración.

Decisión que el estudiante Mario Marcel -recién egresado del Instituto Nacional- ratificó de la mano de su profesor Joseph Ramos, quien dictaba un curso sobre Economía Chilena e invitaba a algunos alumnos a cenar a su casa para continuar con el debate que se abría en el aula.

Su recorrido diario partía en el barrio Colón de Las Condes, donde vivía con sus padres y hermana, pero no fue sino hasta el tercer año de universidad, en 1979, cuando debió alterar su rutina al tomar la decisión que marcaría su vida profesional: postuló a un concurso de ayudantes de investigación para la Corporación de Estudios para Latinoamérica (Cieplan).

Un joven flaco, introvertido, que no conocía personalmente a nadie, llegó a una entrevista con el investigador de Cieplan René Cortázar, actual presidente del directorio de Canal 13. Superó la prueba y su primer proyecto lo desarrolló como ayudante de Patricio Meller en temas de empleo.

"En esos controvertidos años buscábamos en las universidades a los mejores alumnos y Mario se nos presentó como un candidato a investigador natural para nuestro centro", recuerda Alejandro Foxley, quien paradójicamente hoy nuevamente ejerce el cargo de presidente de Cieplan.

Luego vendrían más trabajos junto al propio Cortázar, Manuel Marfán y Jorge Marshall -quien también fue consejero y vicepresidente del Banco Central entre 1993 y 2003-, con quien se concentró en realizar un estudio sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el que se volvió famoso, dado que dieron cuenta de una serie de distorsiones que presentaban las estadísticas oficiales.

Siguió entonces trabajando con el mismo Foxley y, posteriormente, como investigador "en la etapa más dura de la crisis económica de 1982-83, donde Cieplan, pese a todas las restricciones que nos colocaba el régimen militar, lograba tener una fuerte influencia", señala otro investigador.

Durante esa época, Marcel se dedicó a hacer sus propios estudios sobre cuentas nacionales, indicadores líderes de actividad, tributación, empleo, gasto social y privatizaciones.

Fue en este período también-fines de los 70 y principio de los 80- que comenzó a coquetear con la política. Aunque nunca ha militado en el Partido Socialista (PS), sus cercanos lo definen como un "libre pensador socialista". Participaba en las protestas, de diferentes actividades políticas y culturales, donde recurrentemente se encontraba con el actual ministro secretario general de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, quien en la década de los 80 era un joven ayudante del profesor Carlos Massad en la cátedra de Macroeconomía en la Universidad de Chile.

A Marcel no le molesta que lo identifiquen como socialista, al contrario, porque a lo largo de estos años ha participado en debates en la comisión económica del PS, ha preparado documentos de discusión para el partido e ingresó al Banco Central como consejero, precisamente, en el cupo del partido.

El senador socialista Carlos Montes -uno de sus principales promotores para que se transformara en consejero- indica que siempre lo ha consultado e incluso cuando estuvo fuera del país. "Mario ha sido cercano al mundo socialista, tiene una amplísima visión sobre los temas de políticas públicas y siempre está dispuesto a ayudar".

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Al gobierno

Cieplan no sólo le permitió explotar su veta investigativa, también se convirtió en un trampolín para realizar sus estudios de doctorado en economía en Reino Unido. Fue el primer estudiante chileno en llegar a Cambridge. La mayoría de sus compañeros venían de India, China, otros países de Asia, Europa y Medio Oriente. El más conocido de ellos hoy es Ha-Joon Chang y su director de tesis fue Wynne Godley.

Cuando volvió a Chile se integró nuevamente como investigador asociado a Cieplan y estudiantes de economía de esa época, como Jaime Crispi, Bernardita Escobar y Leonidas Montes, siguieron sus pasos y fueron a hacer sus posgrados en Cambridge.

Pero entonces su trabajo de investigación adquirió otro cariz. Nuevamente de la mano de Alejandro Foxley, pasó rápidamente a trabajar en un posible programa de gobierno. Había ganado el No y comenzaba a articularse lo que a partir de marzo del 90 sería el primer gobierno democrático tras el régimen militar.

"Era el camino obvio para Mario", recuerda el ex vicepresidente del Banco Central, Manuel Marfán, porque "Marcel es el único economista que conozco que tenía claro qué hacer antes de irse al doctorado y volvió a aplicar lo que había aprendido".

Es que si hay una característica que se repite entre quienes lo conocen es que se trata de un tipo de convicciones muy profundas, de una sola línea, muy inteligente y de pocas palabras. Quizás la única dualidad que tiene, indican, es que así como es hincha de la "U", también lo es del Barcelona, por su madre que era catalana.

Como parte de los grupos de trabajo que preparaban el aterrizaje de Patricio Aylwin en La Moneda, Marcel coordinó temas fiscales y tributarios. Foxley precisa que de estas conversaciones emergió la idea de que la economía había que dirigirla hacia un crecimiento con equidad. Agrega que tanto en proponer medidas para mantener el orden fiscal y conseguir recursos permanentes a través de una reforma tributaria jugaron un rol clave Marcel, Marfán y José Pablo Arellano.

De este grupo salieron las principales figuras del equipo económico del primer gobierno de la transición encabezadas por Foxley como ministro de Hacienda y Arellano como director de Presupuestos.

Marcel también llegó a Hacienda -junto a Pablo Piñera, Eduardo Bitran y Marfán- como asesor del ministro en temas macroeconómicos y sociales, pero al poco tiempo Arellano le pidió que se integrara a Presupuestos, primero como jefe de Estudios y luego como subdirector de Racionalización y Función Pública. Cuando estaba en este cargo contrató a un analista junior que venía saliendo de la universidad: Alberto Arenas.

Una de las razones, indican, por las cuales llegó a esta dirección fue porque en 1986 había hecho un estudio titulado "10 años del IVA en Chile" y venía el gran desafío de no sólo ayudar a tramitar en el Congreso la reforma tributaria, sino que también habría que implementarla. Pero, además, señalan fuentes que trabajaron con él, Marcel se dedicó a llevar adelante la modernización del Estado, donde el desarrollo de las llamadas funciones críticas fue parte de su impronta.

Estuvo siete años con Arellano, hasta que éste fue nombrado por el ex Presidente Eduardo Frei como ministro de Educación. Asumió como director interino y tramitó su primera Ley de Presupuestos.

Algunos testigos de la época indican que aquí vino el primer desaire para Marcel, porque Frei nombró al decé Joaquín Vial como director. Así volvió a Cieplan como investigador asociado, donde conoció y trabajó por un cortísimo período con el economista Rodrigo Valdés, pues asumió la dirección ejecutiva por Chile y Ecuador en el Banco Interamericano del Desarrollo (BID) y se fue a Washington.

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"Núcleo duro"

Después de las jornadas de protestas en la década de los 80, Eyzaguirre y Marcel continuaron profundizando su relación, pero ahora en el Banco Central. Cuando asume Foxley el Ministerio de Hacienda designan a Eyzaguirre como gerente de Estudios del instituto emisor y como tal organizaba almuerzos mensuales de coyuntura con varios economistas afines, entre ellos, un invitado frecuente era, precisamente, Marcel.

Pero su acercamiento más profundo vino cuando ambos coincidieron en Washington a finales de los 90. Eyzaguirre saltó del Banco Central chileno a director ejecutivo por Chile en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Marcel estaba en el BID. Este dúo más tarde se convertiría en la base del llamado "núcleo duro de chilenos en Washington DC", pues se sumaron dos residentes más: Michelle Bachelet, que realizaba un curso en el Colegio Inte-ramericano de Defensa, y Carlos Portales, quien era el embajador de Chile ante la OEA.

En todo caso, los caminos entre Marcel y Bachelet ya se habían cruzado a mediados de los 90. Ambos trabajaron en el Estatuto de Salud Primaria: él como parte de la Dirección de Presupuestos y ella como asesora del subsecretario de Salud.

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Los regresos

Sólo tres años estuvo fuera de Chile, porque cuando Ricardo Lagos asumió la Presidencia con Nicolás Eyzaguirre como ministro de Hacienda, Marcel regresó a asumir la Dirección de Presupuestos.

En los diálogos de Washington se trazaron las primeras líneas sobre la necesidad de implementar en el país la regla de política fiscal estructural y una vez que ambos llegaron a las oficinas del Ministerio de Hacienda comenzó la implementación de la medida, que hasta ahora es aplicada.

Uno de los asesores clave del entonces ministro Eyzaguirre era el economista Rodrigo Valdés. Este se unió a Marcel en todo lo que tenía que ver con la implementación de la regla fiscal. Escribieron un paper titulado "Balance Estructural del Gobierno Central", lo que les permitió estrechar su relación, que ya venía desde 1988, cuando los dos coincidieron en Cieplan.

Con la otra persona que siguió interactuando regularmente fue con la "ministra Bachelet". Cuando la hoy Presidenta estaba en Salud y en Defensa colaboró con ella en iniciativas como la reducción de las colas en los consultorios, el Plan Auge y con propuestas para la reforma al sistema de pensiones de las Fuerzas Armadas (FF.AA).

Durante el mandato de Lagos se presentó la primera oportunidad de Marcel para ser parte del Consejo del Banco Central. Fuentes ligadas a las negociaciones comentan que fue en 2003 cuando al entonces ministro Eyzaguirre le tocó buscar al reemplazante de Jorge Marshall (PPD). A la recta final llegaron Marcel y Marfán, pero el ex presidente optó por este último.

Un segundo desaire que ha vivido Marcel, señalan fuentes que estuvieron en las conversaciones, fue cuando la electa Presidenta Bachelet (2006) optó por colocar a la cabeza del Ministerio de Hacienda a Andrés Velasco y no a él, cuando su cercanía y el trabajo que le había prestado hacían pensar que encabezaría el equipo económico de la Mandataria.

No obstante, aceptó ser el presidente del Consejo Asesor Presidencial para la Reforma Previsional y se dedicó durante 110 días a elaborar un informe con propuestas, donde se creó el Pilar Solidario. Se lo entregó a la Presidenta y luego comenzó nuevamente a mirar hacia al extranjero.

Se fue al BID (2007-2010), pero su regreso al país fue rápido, ya que pidió autorización para poder integrarse a la comisión que presidió el economista Vittorio Corbo, que tenía como objetivo mejorar la regla de balance estructural. Fue en esta instancia, donde por primera vez trabajó con el actual presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara.

Luego, en 2010, aceptó un puesto en la Ocde hasta el 2014, pero entre medio su nombre volvió a ser parte de las "listas cortas" para el Consejo del Banco Central. En 2013, el ex titular de la cartera de Hacienda Felipe Larraín debió buscar al reemplazante de Marfán, para lo cual contactó a Rodrigo Valdés, Óscar Landerretche y Pablo García. Pero varias fuentes cercanas a estas negociaciones sostienen que fue el propio Marcel quien declinó participar en este proceso y fue designado García. Pero esta fue la antesala de su regreso definitivo a Chile, porque dos años después fue nombrado y aprobado por el Congreso como consejero por el cupo socialista.

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La instalación

A partir de octubre de este año, una foto con su señora y su hijo resaltan al entrar a su oficina. Al comentar ese retrato -hace un mes, cuando concedió una entrevista a este dia- rio-, inmediatamente se acuerda de su llegada a Chile. No fue fácil. Los primeros meses vivió con un familiar, luego encontró una casa en la comuna de Providencia y decidió hacerle unos arreglos. Pero, por desgracia, un día llegaron "los maestros", pero no eran los mismos de siempre, sino otros, que se hicieron pasar por trabajadores y asaltaron su casa. Nada grave que lamentar, señaló en esa oportunidad.

Esta semana ya tuvo su primera actividad oficial tras ser nombrado presidente del Banco Central, ya que acompañó a Rodrigo Vergara -actual máxima autoridad monetaria hasta el 10 de diciembre- a un encuentro con empresarios en la Sofofa.

Si bien esa fue principalmente una señal política de continuidad que ambos quisieron enviar al mercado, varios de sus cercanos afirman que esa puesta en escena también grafica el sentido de equipo y de "camiseteo" que Marcel ha mostrado en las diferentes instituciones en las cuales ha trabajado, donde, además, se ha hecho de grandes amigos.

De hecho, un cercano comenta que cuando falleció el periodista Cornelio González, quien trabajó en Cieplan y llegó al Ministerio de Hacienda como jefe de Comunicaciones, Marcel escribió una larga columna sobre el legado que dejaba el profesional: "Cornelio, amigo mío, no sabes cuánto quisiera que estuvieras aquí (…). Siento, como muchos, que no te dije todo lo que tenía para contarte antes de partir. Pero tengo la memoria y este silencioso diálogo interior para continuar nuestra amistad".

Así como fue imposible encontrar a alguien que tenga críticas al recorrido que ha hecho Marcel, también es muy difícil penetrar su círculo más íntimo.

Se sabe que conversa y consulta con regularidad a José Pablo Arellano, Rosanna Costa, José de Gregorio (a quien también conoce desde 1983 en Cieplan), Carlos Álvarez, Vittorio Corbo, Augusto Iglesias, José Miguel Insulza, Eduardo Engel, Ricardo Lagos Weber, Harald Beyer y Ricardo Solari. También mantiene frecuente contacto con personas que ha conocido en los diferentes directorios de empresas, como Claudio Ortiz, Juan Andrés Fontaine, Joaquín Villarino y Hermann Chadwick.

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