Martín Rivas y obra argentina renuevan la cartelera de musicales

De Buenos Aires llega Forever young al Municipal de Las Condes. En la U. de Los Andes debuta una versión del clásico de Blest Gana.




¿Cuántos años faltan para que los abuelos escuchen Nirvana? Es 2050 y en un geriátrico para artistas los jóvenes de hoy ya son viejos. En las paredes cuelgan afiches musicales y teatrales, mientras la enfermera atiende a los ancianos. Pero apenas ella sale de la sala, sus viejos pacientes tratan de sacar las obras de los carteles, cantando y recitando viejos textos. Y en ese juego repasan un centenar de canciones, que van desde Bob Dylan y The Beatles hasta Nirvana y Pimpinela.

"Forever young muestra una generación de viejos modernos, tatuados, cantando rock en inglés, drogándose. Los tiempos cambian, lo que significaban nuestros abuelos ha quedado atrás. La idea es ver a esos viejos que seremos nosotros. Y el temor a quedar marginados. Ese es el gran tabú del tema, porque te convertís en material descartable. Aunque hoy ya ha cambiado eso, ahora a los 60 años está partiendo la vida", dice el argentino Daniel Casablanca, director del montaje que llega este sábado a Santiago.

Seis actores interpretan a seis viejos artistas que cantan mientras obligan a un anciano músico a acompañarlos en el piano. La obra muestra un día en su vida, reunidos en el living de ese geriátrico en el 2050. Escrita por el suizo Eric Gedeon y estrenada en Noruega el 2010, esta comedia llega a Chile en la versión argentina que debutó el año pasado en Buenos Aires. "Divertidísima", publicó entonces el diario Clarín, en una de las críticas que destacaron la puesta en escena junto con sus actuaciones. Presentada por Fitam, la obra tendrá tres funciones en el Municipal de Las Condes, escenario habitual de un género en alza: este año ya exhibió un musical sobre el tango y una exitosa versión de Chicago.

Mientras en la U. de Los Andes debuta otro montaje hasta el lunes 28. La Academia de Artes Escénicas de esta institución estrena Martín Rivas: Una marcha por la patria y el amor. El grupo, formado por estudiantes, académicos y administrativos, monta una adaptación libre de la novela de Blest Gana, con bailes y una docena de canciones compuestas por Juan Pablo Rojas, interpretadas en vivo bajo la dirección de Eduardo Browne.

"Lo que ocurre en la novela es parecido a lo que está pasando ahora con los estudiantes. A mediados del siglo XIX hubo un motín de unos revolucionarios. Pero nosotros no quisimos apuntar a la parte política, sino que mostrar un protagonista limpio de alma, que puede ayudar mucho más que con tinturas políticas. Hay tantos jóvenes que están buscando un líder y nada mejor que un líder tan positivo como él y además chileno", dice Francisca Castillo, directora de actores de la obra, explicando por qué montan por primera vez un texto nacional. Antes la Academia ha estrenado otros cuatro musicales. El último de ellos fue una versión sobre patines de El burgués gentilhombre (2012).

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