Oscar Castro presenta obra sobre Salvador Allende

Hoy llega al Museo de la Memoria el montaje que Castro estrenó hace 10 años en París. Dirige el francés Adel Hakim.




Llevaba un par de días en Chile, tras una larga gira europea con el Teatro Aleph. Era la mañana del 11 de septiembre de 1973 y Oscar Castro dormía en su casa de Independencia cuando su nana lo despertó para decirle que los aviones volaban muy bajo. "Pensé que estaban preparando la Parada Militar", recuerda. Pero encendió la radio y lo supo. Entonces partió a comprar a la feria, para enfrentar días que suponía se vendrían duros. Luego escondió a una quincena de amigos en su casa. Compraba el pan en pequeñas cantidades en distintas panaderías, para que nadie sospechara. Y no lo hicieron, porque al único que fueron a buscar ahí fue a él.

Hoy, Oscar Castro vuelve una vez más a Chile con una obra que, en parte, retrata lo que pasó ese 11 de septiembre, pero en la vida de Salvador Allende. Todo parte con el propio Castro interpretándose a sí mismo. El dramaturgo se queda encerrado solo en el subterráneo de su teatro, entre cajas de utilería y vestuario. Para pasar el tiempo, decide trabajar en su nuevo texto: una obra que retratará el último día de Allende, hora por hora. Pero ese trabajo se cruza con los personajes olvidados que se esconden en las cajas. Y así aparecen desde una tía del dramaturgo hasta Henry Kissinger.

Escrita originalmente para los 30 años del golpe, la obra fue estrenada el 2003 en París, en el Teatro Aleph que Castro fundó en el exilio. El montaje fue dirigido por el francés Adel Hakim, frecuente invitado en las tablas chilenas y director del Théâtre des Quartiers d'Ivry, que está a sólo 300 metros de la sala parisina de Castro.

A pesar de su título, la obra muestra a Allende desde mucho antes del 11 y no sólo en su faceta política. También está joven, estudiante, enamorado. "No creo que haya mucha diferencia entre Allende y un hombre de mi edad. Creo que fue mártir de una situación, pero en vida era un hombre común y normal. Y yo no lo interpreto imitándolo, tratando de ser él", explica Castro.

Un elenco franco-chileno presenta la obra con música en vivo, danza y un coro tipo tragedia griega. De estilo onírico, esta puesta en escena tiene diferencias con el montaje francés, porque ahora se han integrado canciones latinoamericanas, que van de la milonga a la cueca.

El 11 de septiembre de Salvador Allende tendrá funciones desde hoy hasta el sábado en el Museo de la Memoria. Después se montará en los teatros Huemul y Montecarmelo, en los centros culturales de Huechuraba y Talagante, y en la Universidad de Talca. Antes sólo se presentó una vez en Santiago. Fue el 2004, cuando tuvo una única función en el Teatro Nacional Chileno, que partió con los actores y el público peregrinando desde La Moneda hacia la sala Antonio Varas.

Hay otros planes. Castro vino a Chile también por los preparativos de la película Melinka, que comenzaría a filmarse en marzo 2014 y que se basa en su experiencia en campos de detención. Además, estableció un convenio con la Municipalidad de Independencia, comuna donde podría ubicarse el Teatro Aleph en Chile.

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