Rector U. San Sebastián y ex ministro de Economía: "Chile tiene otras prioridades antes que financiarles a todos la educación superior"

El economista y académico destaca necesidad de ampliar el CAE para que tenga una cobertura cercana al 90%.




El rector de la Universidad San Sebastián y ex ministro de Economía del primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, Hugo Lavados, relata a La Tercera su visión de las reformas que está llevando a cabo el gobierno en educación. Explica que se muestra contrario a la gratuidad universal en educación superior y demanda un trato más igualitario a los estudiantes de las universidades privadas en comparación a las casas de estudio que están bajo el alero del Estado.

¿Qué le parece la reforma en educación que impulsa el gobierno?

Hay una cosa clara: Chile necesita un cambio importante en educación, desde el punto de vista de mejorar calidad. En el caso de la educación superior, un tema a discutir es el financiamiento a los estudiantes.

En ese sentido, ¿cómo analiza la gratuidad que busca el Ejecutivo?

Creo que el tema del financiamiento se ha ido mejorando y resolviendo de un modo bastante eficaz. En 2012, el Crédito con Aval del Estado (CAE) se modificó dramáticamente y hoy está entre los estándares más altos del mundo: aquí la cuota máxima es el 10% del ingreso y eso es absolutamente pagable.

Entonces, ¿es partidario de mantener el sistema como está?

Si uno pensara en un mundo ideal, yo prefiero una educación universal gratis. Me encantaría que todas las instituciones chilenas fueran similares a Harvard, Princeton u Oxford. Pero desafortunadamente hay dos factores que lo impiden: que los recursos son escasos, y yo creo que Chile tiene otras prioridades antes que financiarles a todos la educación superior.

Basado en su experiencia como economista, ¿puede el Estado financiar la gratuidad?

Si saco la cuenta de cuánto dinero es necesario que el Estado gaste para financiar a todos los estudiantes, ese monto no es posible de destinarlo ni ahora ni en 10 años más. Eso significa que si los recursos del Estado son limitados, con reforma tributaria, igual van a seguir siendo limitados: la torta es más grande pero igual tiene borde, no es infinita. Por eso yo no soy partidario de la educación superior gratuita, salvo para un cierto perfil. A mí me gusta el sistema del CAE, por supuesto siempre unido con un sistema de becas para hacer un complemento, pero no creo que eso debería ser para el 100%

¿Cómo se define el perfil?

Son decisiones políticas, pero creo que debería ser más alto que el 70% anunciado. Pero hay que preguntarse ¿Gratuidad es no pagar nunca una universidad o es no pagar durante el período de estudio? Un alumno que está con CAE durante el período de estudio no paga, cancela ese monto después y (con) tope hasta el 10% de sus ingresos. Un alumno que recibe una beca, no paga nunca. Pero siempre alguien paga, esto no es magia. Y ¿quién lo hace?, el Estado. Entonces pagamos todos. Aquí es un cuento eso de que van a pagar los más ricos porque pagan más impuestos.

Usted señalaba que la cobertura debería ser mayor al 70%...

Si tomamos el ingreso de las familias, yo creo que el CAE debería ampliarse mucho más, por lo menos hasta cubrir el 90%. Hay familias que son consideradas dentro del 20% más rico y que tienen un ingreso familiar de $ 1.500.000. Yo creo que esas son las familias más insatisfechas.

¿Cuál es el primer gran tema que debería tratar la reforma de la educación superior?

Creo que primero tiene que hacerse un análisis de lo que vamos a entender por una buena educación superior, que es el tema de calidad. Es importante crear una Superintendencia de Educación Superior, porque hoy formalmente hay una División de Educación Superior que tiene recursos y una capacidad de acción muy limitados.

¿Cómo se logra la calidad?

Chile es un país que requiere más investigación, requiere más actividades que acerquen a resolver problemas reales en salud, vivienda, educación, producción, etc. Hay cosas que no se pueden hacer en otra parte. No sacamos nada con ir a Finlandia, aunque se puedan copiar algunas cosas, porque son realidades completamente distintas.

¿Qué conoce del proyecto?

Ese es un tema. Desconozco quienes son, si es que existen, los grupos que están pensando o haciendo planteamientos sobre los proyectos respecto de esta materia. Para mi es una incógnita. Creo que eso es complejo, porque si hay un lugar en el cual hay que suponer que existe capacidad instalada como para aportar, discutir, cuestionar sobre temas universitarios, es en las mismas universidades. Es posible que en marzo salga un proyecto sobre alguno de estos temas, pero no tenemos idea.

¿Qué espera para las universidades privadas?

Actualmente hay beneficios que solo pueden obtener los estudiantes de las universidades del Consejo de Rectores, como el acceso a las becas Bicentenario, y eso lo considero una tremenda injusticia con estudiantes como los que se inscriben en nuestra universidad.

¿Existe un trato discriminatorio?

Uno entiende que el Estado tienda a apoyar a las instituciones que le parezca que cumplen ciertas funciones. Pero, a mi juicio, los estudiantes de todas las universidades que cumplan con ciertos requisitos, como estar en una institución acreditada, por ejemplo, deberían tener acceso a los mismos beneficios, porque de lo contrario se está haciendo tremendamente inequitativo con ellos.

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