Rosa Montero: "Mi libro no es de autoayuda"
El sábado, la española presentó en la Feria de Buenos Aires su última obra La ridícula idea de no volver a verte, escrita tras la muerte de su marido ocurrida el 2009.<br><br>
Venía escribiendo obras de ficción. Su especialidad. Narraciones ambientadas en el siglo XII como Historia del rey transparente o títulos apocalípticos como Instrucciones para salvar el mundo. Pero el 2009 Rosa Montero vio la muerte en su cara: tras un cáncer, ese año falleció su marido y compañero por dos décadas, el periodista Pablo Lizcano. Luego, el silencio del duelo.
Hasta el 2011 cuando su editora, Elena Ramírez, le pidió a la escritora española un prólogo para presentar el diario de Marie Curie en una nueva colección. La mujer polaca que ganó dos premios Nobel, uno de Física junto con su marido, Pierre Curie, y otro de Química. Marie, quien escribió un conmovedor diario luego de la muerte de Pierre, su compañero por 11 años atropellado en un accidente, en 1906, y que estuvo cerca de volverse loca por la pérdida.
Así fue cuando el prólogo de Montero se convirtió en la historia principal y el diario de la científica en el apéndice. El dolor propio y el de Curie se cruzaron y así nació su nuevo libro, La ridícula idea de no volver a verte, donde Montero también se adentra en la biografía de la descubridora del polonio y el radio.
El título, publicado por Seix Barral, fue presentado por la escritora el pasado sábado en la 39 Feria del Libro de Buenos Aires, que se desarrolla en el centro de exposiciones La Rural, en el barrio de Palermo, hasta el 13 de mayo. Más de 250 personas colmaron la sala Victoria Ocampo, donde la autora fue recibida como una rockstar por un público en su mayoría femenino.
"El libro me salió del corazón y como nunca me demoré sólo 11 meses en escribirlo", dijo la española a una audiencia que la escuchó atenta durante una hora. "Siempre había huido de las obras autobiográficas, porque no escribo para enseñar, sino para aprender", contó Montero sobre La ridícula idea de no volver a verte.
En sus páginas anota: "Confieso que, durante muchos años, consideré que era una indecencia hacer uso artístico del propio dolor", y más adelante pone como ejemplo, "me incomodó que Isabel Allende publicara Paula", dice sobre el libro de la escritora chilena, donde relata su experiencia tras la muerte de su hija.
Después de la conferencia, Montero firmó cientos de ejemplares a sus fans y también habló con La Tercera. Sobre la experiencia de la pérdida, tras la muerte de Pablo Lizcano, dice que en su libro no quiso ahondar en el dolor: "Detesto la mitificación del dolor. Ahora escribí para intentar darle un sentido al dolor, aunque sé que es imposible".
¿Con qué otros de sus libros había recibido tantos comentarios de sus lectores, como ha ocurrido con La ridícula idea de no volver a verte?
Pues lo cierto es que nunca había recibido un alud de cartas tal como en estos meses. Y no es sólo la cantidad, es que son cartas maravillosas y sobrecogedoras. La gente me cuenta sus historias, historias de duelos, de muertes cercanas, y lo más increíble es que en el 99% de los casos son historias muy bellas, es decir, no son sólo penas, son relatos llenos de vida, de belleza y emoción. Son textos tan increíbles que estoy pensando en escribir algo, en publicarlos de algún modo, previa petición de permiso, claro.
¿Pensó en dejar de escribir, o de publicar, tras la partida de su marido?
No, nunca. De hecho, mientras duró su enfermedad yo estaba escribiendo Lágrimas en la lluvia (2011). Y seguí con la novela y la terminé. Fue muy difícil, pero seguí.
¿Cree que el diario de Marie Curie le permitió contar su historia sin mayor pudor?
Creo que mi libro sigue siendo muy púdico, y además he podido escribir sobre mi propio duelo justamente porque ya ha pasado. Ya van cuatro años de la muerte de mi marido y eso me ha permitido hacer un libro que no es testimonial, porque cuando hablo de la pérdida estoy hablando no ya de mi caso concreto, sino del de todos. Mi libro no es de autoayuda.
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