Sergio Bitar: "Los procesos de reformas no son gratuitos en popularidad"

El ex timonel PPD dice que con la reforma laboral el gobierno dio cuenta de un cambio de estrategia, al realizar un trabajo con mejor apertura al diálogo.




El ex ministro e histórico militante PPD Sergio Bitar ha seguido con atención el proceso de tramitación de las reformas estructurales promovidas por el gobierno y asegura que hoy ve en la agenda laboral un método de trabajo que ha permitido lograr un apoyo transversal a esta iniciativa. Respecto a las otras dos reformas asegura que parte de los problemas son atribuibles a una lectura radical de las manifestaciones sociales de años anteriores, que llevaron a generar "una presión por sacar las cosas más rápido".

El gobierno no ha logrado obtener adhesión a las reformas. ¿A qué se debe?

Siempre se puede comunicar mejor, la Presidenta también ha hecho esa observación. Pero, a veces, no es la falta de comunicación, sino que es la incertidumbre. Si tú no tienes claro que hacer, ¿qué vas a comunicar? En educación pasó un tanto aquello, y también al comienzo en materia de reforma tributaria. El mejor ejemplo de los dos es que fue el Senado el que tuvo que actuar como un espacio de repensar, ajustar, modificar, no los objetivos, sino que modificar los instrumentos para lograr mejor esos objetivos y buscar apoyos más amplios para que las cosas se sostengan mejor en el tiempo.

¿El manejo de las reformas ha incidido en la baja aprobación que actualmente tiene el gobierno?

Los procesos de reformas no son gratuitos en popularidad. Una cierta desarmonía en estas reformas y algunas desprolijidades hacen pagar un costo un poco más alto, pero mi percepción es que ya se están tomando una buena parte de las medidas correctivas, en el sentido de abrirse, como por ejemplo en la forma que se ha trabajado la agenda laboral. Si ese escenario y el método para hacerlo se define, yo estoy seguro que esto irá para arriba.

Usted marca una diferencia entre las reformas tributaria y educacional y la agenda laboral. ¿Cuál es la principal?

Creo que la agenda laboral está mejor elaborada y manejada políticamente que las reformas tributaria y educacional. No se me escapa que es más específica y puede ser más fácil que las otras dos, pero establece un método de trabajo que a mi juicio puede ser útil para lo que viene el año 2015. Las lecciones que uno puede sacar con la elaboración de la agenda laboral son varias; no al secretismo, por ejemplo. Acá tenemos un proceso que ha sido llevado a cabo con mayor apertura y en ese sentido demuestra que la ciudadanía termina apoyando las reformas cuando hay más explicación. Eso lo digo porque la reforma educacional tuvo esa falla. Ya sea por indefinición o porque se apuraron mucho los plazos y eso hacía muy difícil cohesionar y tener un planteamiento. La segunda es la consulta. Este es un proceso mucho más consultado, hay un manejo político de registrar las opiniones y no solo de oírlas, también de utilizarlas. La tercera a mi juicio es el rol de la apertura a los medios de comunicación. Entregar información a los medios es mejor que dejar que el medio se imagine lo que hay.

¿A qué atribuye este mejor manejo en la agenda laboral?

Creo que la agenda laboral aprendió de las anteriores y las indicaciones de la presidenta sobre las otras dos ayudan a que el proceso de la laboral haya sido distinto. Por otro lado, el equipo en el ministerio del Trabajo, liderado por la ministra Javiera Blanco está muy bien cohesionado. Pero también, claro, la laboral se venía trabajando hace bastante tiempo. Si tú le pides a un ministro que te saque una ley en 50 días tienes el riesgo de que la cosa se complique y aquí hubo mejores condiciones en los tiempos y hubo también más consenso en la propia nueva mayoría porque se sabía a qué se iba.

¿En las otras reformas fallaron los equipos ministeriales?

Yo diría que uno aprende. Esto no es solo un tema del gobierno, es un tema de la Nueva Mayoría. Después de los resultados electorales y los embates sociales y los movimientos tan fuertes que tuvimos el 2011 y 2012 hubo también una lectura que puede haber sido más radical de lo que en la realidad era. En ese sentido, también hubo una presión por sacar las cosas más rápido. Si hoy lo evaluamos, no fue un acierto, sino que más bien un error, haber pasado la Reforma Tributaria por la Cámara de Diputados con esa prontitud, porque se dio una señal de que era más bien un buzón y nuestra gente se alineó porque venía con todo el ímpetu inicial.

¿La tramitación de la reforma educacional ha sido la que más ha afectado más al gobierno?

Creo que es la que ha tenido más costo político de todas las reformas, y no era necesario que lo hubiera tenido de esta forma porque se pudo haber hecho mejor, en el sentido de las consultas, los acuerdos, el orden de los proyectos en la reforma. Tú no puedes dejar a un ministro solo en una reforma de esta envergadura. Esta es una reforma muy difícil de enfrentar porque tiene flancos por todos lados, tienes entonces que trabajar más en equipo. Yo noto que eso ahora se está haciendo, no estoy convencido 100% que en Educación haya una real revisión de cómo se están haciendo las cosas, eso lo vamos a ver con el proyecto de la educación superior y ahí espero que haya mucho más apoyo al ministro Eyzaguirre en términos técnico y político.

¿Pero fue el gobierno el que lo dejo solo o hubo un aislamiento por parte del Mineduc?

Las dos cosas.

¿Cree que el ministro Eyzaguirre puede continuar en su labor?

Nicolás tiene destrezas políticas, intelectuales y una experiencia bastante grande y ha pagado un costo personal y político muy alto y por lo tanto creo que ha acumulado legitimidad y conocimiento para tomar las tareas que vienen a continuación.

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