Marko Kulju, el turista finés que debió permanecer con arraigo insular por más de dos semanas tras dañar a un moai de Isla de Isla de Pascua, ya puede abandonar el país. Esto, porque el Ministerio Público, ofreció la suspensión condicional del procedimiento, a cambio de que el extranjero cancelara una suma de dinero para reparar la estructura, solicitara disculpas públicas por su accionar y no regrese a Isla de Pascua en tres años.
El joven, debió pagar 17 mil dólares (cerca de 7 millones 500 mil pesos), los que ya fueron depositados en una cuenta corriente del tribunal de Garantía que llevó el caso.
De la totalidad del dinero , que corresponde a sus ahorros personales más un depósito de su padre, 2,5 millones de pesos, serán utilizados para restaurar el moai; un 20 por ciento estará destinado a labores de difusión y protección del patrimonio de la isla y el resto, irá a la Comisión de Desarrollo Indígena de Isla de Pascua.
"EL PEOR ERROR DE MI VIDA"
En una nueva carta de disculpas públicas, Kulju califica el daño que originó al moai como "el peor error de mi vida. Estoy apenado, triste y avergonzado por el daño causado no sólo al patrimonio de Isla de Pascua, sino también a la comunidad isleña que con justa razón se ha sentido ofendida por mi irresponsable conducta".
En la misiva, el turista finés reitera las disculpas públicas y señala que "después de haber protagonizado esta historia, no me queda más que esperar que ningún turista nacional o extranjero dañe involuntariamente un moai o una pieza arqueológica de Isla de Pascua (...), ya que Rapa Nui es un patrimonio de la humanidad"