Una competencia de carruajes en el sur

La disciplina revive la dinámica de fines del siglo XIX y principios del XX, cuando uno de los pocos medios de transporte eran la carreta y los coches.




Johnny Henríquez viste un traje de época. Su chaqueta azul, pantalones oscuros y boina verdosa, armonizan con su carruaje de cortes tradicionales y dos caballos de raza española: Decorosa y Espartaco.

Ambos provienen de Andalucía -únicos en Chile- y pertenecen a Felipe Ibáñez, empresario chileno que, en su campo de Villarrica, no sólo los encarga para montarlos, sino que también se los entrega a Henríquez para que, cada semana, los adiestre y enganche de un carruaje, asemejando la dinámica que ocurría a fines del siglo XIX y principios del XX, cuando uno de los pocos medios de transporte disponibles eran las carretas y los coches.

Henríquez practica hace más de siete años el enganche ecuestre, disciplina que aprendió luego de que, en agosto de 1998, su jefe lo llevase a realizar un curso en Santiago.

En el cuarto campeonato de Enganche Ecuestre realizado en Osorno este fin de semana, es uno de los cocheros de renombre que, como declara se paseó en el rectángulo de 40 metros por 100 metros establecido en los pastos del Club de Campo Osorno, realizando movimientos circulares, mezcla de pasos, transiciones, paradas y trotes en la prueba de adiestramiento.

Así, ocho jueces nacionales e internacionales evaluaron su apariencia y habilidad para el dominio del coche y de los caballos, "como antiguamente tenía que ser para poder transportar a las personas con seguridad", explicó el vicepresidente del Club Enganche Ecuestre de Osorno, Ricardo Massmann.

La nueva versión de la competencia, que se realiza entre el 25 y 27 de enero, reunió a un grupo de 40 participantes de todo Chile, especialmente de la zona centro y sur. Estos, a través de sus dos ramas -tradicional y deportiva-, exhibieron un deporte federado que intenta rescatar tradiciones y patrimonios históricos que, por más de un siglo, permanecieron guardados en las bodegas de distintos campos de Chile.

Luis Retamales, participante del campeonato y líder en el ranking de la categoría de training, aseguró que "tuvimos la suerte de tener a restauradores en Chile, como Max Bangert o Luis Osorio, que, junto con llegar al origen de los coches, los rescataron y les agregaron el valor necesario para este deporte".

Sin lluvia que interfiera con la competencia, los pastos de la cancha de polo del recinto osornino reciben a carrozas de época, réplicas y deportivas contemporáneas, dejando atrás los automóviles y dando el paso a la rotación de más de 80 caballos y 40 cocheros acompañados de sus ayudantes o pasajeros -vestidos de traje formal y de época- en presentaciones de adiestramiento de entre cinco y siete minutos. "La competencia ha cumplido nuestra expectativa", declaró Alejandro Vera, presidente del Club de Enganche Ecuestre de esa ciudad.

"Esperamos concitar mayor nivel de concurrencia porque este es un espectáculo maravilloso que todos, especialmente los sureños, deberíamos aprovechar de ver".

Teresita Guzmán tiene 28 años y es una de las seis mujeres-cochero que lidera la competencia en categoría intermedia. Con dos títulos a nivel internacional y su participación en los Panamericanos, comenzó en el 2002 a practicar este deporte ecuestre.

Dice que su afición por los caballos y los coches comenzaron desde pequeña cuando recorría en carrozas el campo de su familia, quienes también practican esta disciplina.

El viernes se presentó en adiestramiento en una rutina que duró casi seis minutos. "Esta prueba es de elegancia, donde se muestran los aires del caballo, y la distinción del coche y cochero", explicó. Es por eso mismo que sabe que la vestimenta es un aspecto fundamental, al menos, en esta prueba, donde participó con un traje diseñado especialmente para la ocasión.

Al igual que Guzmán, Ilse Koch se ligó de pequeña al mundo ecuestre, practicando equitación desde los dos años. Así, a sus ahora 75, es una aficionada a la disciplina: "Procuramos entrenar lo más a menudo posible, pero a veces no se puede por el clima que tenemos".

La actividad incluyó, además, una prueba de maratón, donde tanto carros de la época, como contemporáneos, corrieron contra reloj en una extensión de 12 kilómetros. La competencia finaliza hoy, donde se realizará la prueba de conos y obstáculos, además de la esperada premiación, que revelará al nuevo campeón de la ya tradicional disciplina.

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