Abandonar la senda del protagonismo individual



SEÑOR DIRECTOR

Durante los primeros años de la transición democrática, la Concertación de Partidos por la Democracia logró actuar y mantener una sólida unidad de acción para ser eficiente en la responsabilidad de gobernar el país. Luego, el buen clima se debilitó y la necesaria disciplina se quebró, instalándose el protagonismo individual de algunos personeros, desdeñándose el esfuerzo colectivo y los objetivos comunes. Así, se impuso un estilo que hizo muy difícil la tarea de dirigir el Estado y liderar el país.

En el ámbito legislativo quedó la idea de situarse en los hechos como opositor, un dulce envenenado de premio mediático para los llamados “díscolos”. La pretensión de estar en el gobierno y en la oposición a la vez fue nefasta. Se hizo un hábito estar permanentemente desautorizando al Ejecutivo por sus propios parlamentarios.

Eso no significa separarse de la ciudadanía y hay que movilizar el activo social para avanzar en las conquistas y reformas sociales que Chile necesita. Pero, no hay bloque político que resista el doble estándar de una parte de los suyos. Hoy hay síntomas preocupantes con diferentes actores y motivos que sientan precedentes muy riesgosos de no ser corregidos.

Se exige y emplaza al gobierno con una conducta propia de quien está en la oposición. Así no se podrá tener la fuerza social y política para las reformas. Decir a dos semanas de iniciarse el nuevo periodo que ya se “decepciona” al pueblo es una afirmación no solo prematura, sino que totalmente infundada. Hay que detener ahora esas afirmaciones.

Hay que abandonar esa senda y apoyar sin ambigüedades la tarea de poner nuevamente en marcha el país luego del marasmo piñerista, ese es el gran esfuerzo que ha iniciado el nuevo gobierno. Avanzar como pueblo unido es lo esencial. El protagonismo individual debe quedar para cuando sea efectivamente necesario.

Camilo Escalona

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