¿Acuerdo por la paz?

SEÑOR DIRECTOR

Respecto del acuerdo por la paz suscrito por los partidos democráticos de Chile, cabe preguntarse, ¿es realmente una solución al problema de fondo discutido estas semanas?

Dejando de lado las expresiones inaceptables de violencia, las peticiones de la gente han sido sobre temas del día a día: salud, pensiones, educación, entre otros. Los dardos apuntan hacia una clase política enfrascada en sus discusiones elitistas y alejadas de la realidad.

Sin duda la disposición al diálogo demostrada el jueves pasado es un avance. Pero, ¿será la solución a estos problemas gastar dos años debatiendo sobre quórums, atribuciones y sistemas? ¿No estamos más bien ante una reivindicación histórica de Atria y compañía, aceptada como condición desesperada por Chile Vamos para intentar calmar las movilizaciones?

Si bien es necesario que nuestro orden institucional refuerce derechos y algunas instituciones, hacer de la Constitución el punto de fuga de este conflicto parece una apuesta equivocada.

¿No estaremos nuevamente dando una repuesta de elite a los dilemas sociales?

Chile se empobreció este mes y debe levantarse cuanto antes, pero las urgencias sociales aún siguen "sin acuerdos".

Tal vez, tanta expectativa en una nueva Constitución podría engendrar un nuevo "despertar", el de aquellos que deban asumir en un tiempo más que son más pobres y que los políticos volvieron a discutir lejos de sus necesidades.

Felipe Lyon

Director Área Servicio Público

Fundación Jaime Guzmán