Acuerdos en torno a la reforma previsional

Hemiciclo Cámara de Diputados. FOTO: SANTIAGO MORALES /AGENCIAUNO.
Hemiciclo Cámara de


Hasta hace pocos días la oposición se mostraba interesada en separar en una "ley corta" los ajustes al Pilar Solidario del Sistema Previsional. Sentía que tendría más espacio para negociar lo relativo al Pilar Contributivo -tasas de cotización, rol de las AFP, ente estatal, seguros, etc. - si se acordaba de inmediato el reajuste de 10% de la Pensión Básica Solidaria y del Aporte Previsional Solidario, que era el monto propuesto entonces por el gobierno, para así evitar que se atribuyera a esa negociación el atraso en la recepción de beneficios por parte de los pensionados.

Cambiaron las circunstancias y, tras las movilizaciones sociales, el gobierno quiere avanzar con celeridad en el tema previsional, para lo cual ha estado dispuesto a reajustar la Pensión Básica Solidaria y el Aporte Previsional Solidario en 20% y concretar este ajuste en una ley corta dejando para conversaciones adicionales la reforma del Pilar Contributivo. Las señales conocidas indican que los senadores de oposición que se reunieron este martes con los ministros de Interior y Hacienda, vieron favorablemente la disposición del gobierno a separar los ajustes al Pilar Solidario.

Sorpresivamente, sin embargo, la directiva de la Democracia Cristiana ha venido a cuestionar que se quiera resolver primero lo relativo al Pilar Solidario, aparentemente en la lógica que, de mantenerse su ajuste pendiente, potenciaría la capacidad negociadora de la oposición.

Los acuerdos sobre el Pilar Contributivo que se insinúan a partir de la reciente reunión de senadores de oposición con los ministros contienen elementos dañinos para el mercado laboral. El oficialismo nunca tuvo problemas de principios para mejorar pensiones consideradas bajas, también las de la clase media, a través de aporte fiscal, siendo la objeción la limitación en esos recursos. En este contexto, la propuesta opositora de introducir elementos de "solidaridad" incrementando cotizaciones para canalizar esos recursos a las pensiones ya otorgadas, corresponde exactamente a una recaudación de impuestos -porque esas cotizaciones ya no irían a cuentas individuales- excepto que en vez de provenir de rentas generales de la Nación se generarían a través de un impuesto a la contratación laboral. El efecto negativo de esto es que agrava el problema previsional, originado precisamente en las altas tasas de informalidad en el mercado laboral chileno.

En un ambiente de crisis, sin embargo, el gobierno se ha avenido a introducir elementos de "solidaridad" en el sistema, alejándose de su visión de lo que sería la reforma correcta. En ese espíritu, se esperaría que también la oposición deje de lado posiciones maximalistas para lograr los avances necesarios. Resulta especialmente reprochable en las actuales circunstancias que una competencia entre grupos al interior de la oposición, por la titularidad de los acuerdos logrados, retrase las medidas concretas o lleve a modificaciones más radicales en un sentido dañino para los intereses del país y sus trabajadores.

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