Aguas servidas tratadas


SEÑOR DIRECTOR

Así como la presidenta de las Sanitarias concuerda conmigo en que la gestión del agua debe basarse en hechos y datos concretos que permitan utilizarla de la mejor forma, habrá muchos chilenos que desconocen ciertas verdades sobre el agua.

La totalidad del agua tratada que Aguas Andinas devuelve al río Mapocho desde sus plantas El Trebal, Mapocho y La Farfana, se usa para producir alimentos, tan necesarios como la ingesta de agua para las personas. Los canales Mallarauco, Castillo, Romero, Santa Cruz y Esperanza Bajo, dan agua a más de 1.280 pequeños parceleros que viven de ella. Las aguas tratadas, afloramientos, e infiltraciones nutren cientos de kms. de canales y las napas subterráneas bajo ellos, para luego aflorar en la cuarta sección, donde riegan los huertos y parcelas de Peñaflor, Talagante, El Monte, San Rafael, Las Palmas, El Paico y Chiñihue. La que no es utilizada en el riego, llena los pozos desde donde se nutren de agua potable rural las mismas localidades (APR). Muchos miles de chilenos viven de esas aguas en diversas formas, gracias al ciclo que la Sra. López alude y que se da naturalmente. ¿Qué haría El Puangue con su estero sin los derrames de Mallarauco y Curacaví? ¿Qué harían todos los habitantes de la zona que dependen del APR como única fuente de agua potable sin la infiltración natural? ¿Y si Curacaví y María Pinto dejaran de recibir el agua tratada en La Farfana, cuánta gente se perjudicaría? ¿Y si captamos la que se va al mar para tratarla y reusarla? ¿Se opondrán los ambientalistas?

Alterar el ciclo actual de los acuíferos es peligroso, si no se sabe a ciencia cierta quién se beneficia de ellos con el “reúso indirecto”. No vaya a ser que con el “uso dirigido” les falte el agua a quienes hoy viven de ella y luego exijan una explicación.

Nicolás Valdés V.

Presidente Junta de Vigilancia 3° Sección Río Mapocho

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