Alma máter institutana

El Instituto Nacional
El Instituto Nacional


SEÑOR DIRECTOR

Desde 1813, el Instituto Nacional, por el mérito de sus resultados, ha sido reconocido no solo como "primer foco de luz de la nación", sino como un crisol en que se fundieron personalidades adolescentes de distintos orígenes sociales, económicos y políticos que han ejercido profesiones y oficios diversos, algunos en los más altos niveles respectivos, todos practicando el común esfuerzo de ser buenos ciudadanos. Ha sido el símbolo de un país, cuya mayor riqueza fue por muchos años la educación.

Durante 206 años de existencia, el Instituto ha sido evaluado en lugar destacado entre los establecimientos de enseñanza secundaria públicos y privados, ocupando sus alumnos los mejores puntajes en las pruebas para acceder a la formación universitaria, valoración apreciada por padres y apoderados que estimaban que la circunstancia de que sus pupilos fueran institutanos les confería distinción en su proceso formativo.

Recientemente, todo parece haber cambiado. Ocupaciones ilegales practicadas por alumnos y extraños al establecimiento; acciones violentistas con abominables formas de la delincuencia política y común; destrucción de bienes con las que se formarían gratuitamente el actual y el futuro alumnado, conductas criminales que respaldan algunos apoderados.

No obstante, a pesar de la pasividad de muchas autoridades, es importante destacar la actitud del alcalde de Santiago, que ha asumido una clara posición condenatoria en contra de transgresores.

Han transcurrido meses de un diálogo de sordos, unido a una violencia temeraria... ¿No será que llegó el momento que más que decretar vacaciones anticipadas se suspenda indefinidamente la reanudación del año escolar, y a partir de hoy se inicie un plan de rescate centrado en dos aspectos: A) Potenciar la educación emocional de la comunidad institutana y enseñar a canalizar inquietudes de forma pacífica, respetuosa y sin violencia; y B) Iniciar en forma inmediata las labores de mejoramiento de la infraestructura, adaptándola a los requerimientos del siglo XXI, reestableciendo la posibilidad de cumplir el sueño que inspiró a nuestros padres de la Patria al fundar nuestro emblemático colegio, reestableciendo la posibilidad de cumplir el sueño que inspiró a nuestros padres de la Patria al fundar nuestro emblemático colegio.

Darío Calderón G.                                                                                                                                                            Abogado y ex presidente del centro de alumnos del Instituto Nacional

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