Aplazamiento de elecciones



SEÑOR DIRECTOR

La Cámara de Diputados aprobó ayer en general el proyecto de ley para aplazar las elecciones del 10 y 11 de abril, iniciativa que ha contado con el respaldo de políticos, gremios y colegios profesionales.

En principio, uno creería que por primera vez ha primado el análisis de la situación país por sobre la calculadora partidista-ideológica de cada sector político. Sin embargo, esto no es así, ya que el cambio de las elecciones es un salvavidas de plomo para los independientes y candidatos con menor espalda financiera.

Las campañas políticas de por sí son bastante caras. Por ejemplo, en las elecciones a diputados (mismo territorio que un constituyente) se gasta en promedio unos 60 a 70 millones de pesos entre los candidatos con mayores recursos.

En general, los candidatos independientes en Chile han logrado levantar sus campañas gracias al esfuerzo propio y de sus familias y amigos, que ven en ellos la posibilidad de un cambio real al sistema.

Hoy, con la postergación de los comicios se asegura la victoria de los partidos en la elección constituyente, dado que estos tienen una maquinaria política, electoral y financiera mucho más grande que cualquier candidato independiente.

Una vez más los partidos se benefician, mientras los chilenos miramos cómo la victoria de la comisión constituyente sobre la mixta en el plebiscito de octubre pasado no sirvió para nada.

Juan José Balsa

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