SEÑOR DIRECTOR
Las universidades del Consejo de Rectores proyectan un impacto financiero de $146.739 millones, producto fundamentalmente de la imposibilidad de muchas familias de pagar los aranceles. Pese a la merma -y acorde con su función pública- estas Ues. han colaborado proactivamente a combatir la pandemia, con su red de laboratorios y hospitales o creando prototipos de ventiladores, entre otras cosas. También han realizado millonarias inversiones para implementar la educación a distancia y apoyar a sus estudiantes.
Chile tendrá que salir de la mayor crisis desde la gran depresión y no podrá hacerlo sin profesionales de calidad e investigación de punta. Aquí hay un sector estratégico al cual el gobierno no está poniendo atención. Hasta ahora, la propuesta del Mineduc (créditos para todo el sistema con dineros de los excedentes del fondo solidario) es insuficiente y muy injusta con las Ues tradicionales, pues implica traspasar recursos del Cruch al sistema privado.
Si bien todas las familias vulnerables -independiente del tipo de institución- requieren ayuda inmediata (partiendo por abrir una postulación extraordinaria a beneficios estudiantiles), es de toda lógica insistir en la necesidad de un fondo especial para aquellas universidades que desde siempre han contribuido a la construcción de nuestra República, y que sin lugar a duda se pondrán en la primera línea de la compleja etapa que enfrentaremos como país una vez que pase la emergencia sanitaria.
Jaime Quintana
Senador
Presidente de la Comisión de Educación del Senado
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.