Asumir, dar la cara y actuar

Gobierno presenta medidas económicas
2 de diciembre del 2019/SANTIAGO Los ministros del Interior, Hacienda, Economia y Trabajo, presentan medidas económicas. De izquierda a derecha: Maria Jose Zaldivar, el ministro del Trabajo y Prevision Social, Gonzalo Blumel, el ministro del Interior y Seguridad Publica, Ignacio Briones, el ministro de Hacienda, Lucas Palacio, el ministro de Economia, Fomento y Turismo. FOTO: SEBASTIAN BELTRAN GAETE/AGENCIAUNO


Mientras el gobierno busca retomar el control de la agenda e ir desgastando al movimiento social, la situación en las calles y barrios de Chile sigue siendo grave. ¿Qué falta para que la autoridad y el conjunto de la clase política se den cuenta que se agotó el tiempo, que es necesario actuar a fondo y con urgencia?

El tiempo de los cálculos ya pasó y Chile de todas formas será otro país -mejor o peor- que antes de este estallido. Que sea mejor, depende de la capacidad que tengan el gobierno, el Parlamento y los partidos para generar un escenario diferente. Seguir extendiendo los tiempos ya no tiene sentido, ni menos tratar de pensar en cómo quedará la correlación de fuerzas después de estas extensas e incansables semanas de protestas, las más grandes que recuerde la historia.

La agenda social debe tener la urgencia y profundidad necesarias como para proyectar ante la ciudadanía que fueron escuchados y que hay decisión de un cambio real. Lo anterior, sin embargo, no garantiza que con ello baste para terminar con las manifestaciones. La demanda principal que dio origen a la movilización está relacionada con recuperar la dignidad, con terminar con los abusos y con un sistema individualista y consumista que basa la valoración de las personas en su éxito económico y su ubicación en la escala social. La noticia de la aprobación en el parlamento de la rebaja del 50% de la dieta de los congresistas es una señal pero, sin duda, insuficiente. No obstante, la agenda social, aunque sea un paso que no alcance para resolverlo todo, debe abordar aquello que no puede seguir esperando. Con todo, se debe tener claro que sin una contundente bateria de cambios, resulta impensable cualquier intento por recuperar la paz social.

El país se ha ido polarizando. Narcos y delincuentes copan territorialmente la ciudad en las noches y el miedo se va instalando en grandes sectores ciudadanos. Pymes y Mypes enfrentan serias dificultades económicas, va creciendo el desempleo y la economía ha ingresado a un estado que no se registraba desde el 2009.

En este complejo cuadro, el Presidente dando cotidianamente anuncios, en la busqueda de aminorar la protesta, no sirve. La oposición calculando cada paso que da sin asumir posturas claras, da pena. El Parlamento, discutiendo si el acuerdo por la nueva Constitución son solo los 12 puntos firmados o no, tampoco ayuda. Los encomiables intentos del ministro del Interior por buscar dialogar y escuchar se pierden en el desorden.

Lo que se requiere es que gobierno, parlamentarios y partidos, se encierren todas las horas que sean necesarias y acuerden una agenda social que, aunque duela, sea suficientemente profunda como para que la mayoría ciudadana perciba la voluntad de fondo que hay detrás de ello y se sume a esas conquistas. Lo demás será una dinámica que irá ganando espacio, con mucha más comunicación, diálogo y trabajo en terreno de todos los involucrados.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.