Avalancha en Farellones

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El pasado fin de semana será uno de los más concurridos y polémicos de la presente temporada de esquí. Por un lado, la mediática detención de la animadora de TV Catalina Pulido, confirmó que el uso del cinturón de seguridad es obligatorio, particularmente en los peligrosos caminos de montaña; y por otro, los airados debates desatados por el pronto inicio de obras de la concesión Ruta G-21 que une Las Condes con Farellones.

Farellones ha sido piedra angular en el desarrollo de una cultura cordillerana propia del valle central, y hoy en día las dinámicas inmobiliarias y turísticas están poniendo en peligro su identidad, exponiendo a esta pequeña comunidad a presiones de desarrollo que deben ser conducidas para el beneficio de todos, tanto los vecinos históricos así como los miles de chilenos que comenzarán a disfrutar del principal pueblo de montaña de nuestro país una vez que se inauguren las obras, que prometen bajar los tiempos de viaje, aumentando las medidas de seguridad y mantención.

El problema es que para hacer viable el proyecto de concesión, se eliminó un paso bajo nivel en el cruce con Av. Las Condes, se restringirá la circulación de ciclistas deportivos, los vecinos a la ruta no tendrán descuento y lo peor de todo, la ruta solo llegará hasta la curva 40 justo antes de Farellones, desde donde se distribuirían los flujos hacia los otros centros invernales. Esta situación producirá un efecto embudo que, -de no mediar la inclusión de un bypass que desvíe los flujos de paso respecto a los locales-, generará una congestión interior del pueblo con graves consecuencias. Esta avalancha de vehículos será como regar las flores de un macetero con una manguera de bomberos.

Farellones cuenta con un patrimonio arquitectónico y natural tan valioso como su diversidad social. Contrario a la imagen elitista que algunos tienen, de todos los centros de esquí del sector es el único que cuenta con una población permanente donde conviven familias tradicionales con pequeños comerciantes, arrieros e incluso un campamento con una veintena de familias que esperan su solución habitacional. La Municipalidad de Lo Barnechea, así como la Corporación de Adelanto de Farellones y los otros centros invernales han trabajado desde hace años planes que permitan abrir la experiencia de la montaña a más personas y durante todo el año, por lo que mejorar el acceso era algo deseado y bienvenido.

Democratizar el acceso a la montaña y hacerlo más seguro es uno de los grandes beneficios de mejorar la ruta G21, pero ello no debe ser a costa de la identidad y valores patrimoniales y ambientales de nuestro principal pueblo de montaña. Es por ello que esperamos que la concesionaria y el MOP evalúen ampliar el área de concesión o ejecutar convenios complementarios que permitan incorporar el bypass, resolver la convivencia con ciclistas y residentes a lo largo de la vía, y lo más importante, que se trabaje como un proyecto integral de puesta en valor de nuestra montaña.

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