Balance de la agenda legislativa del gobierno



Esta semana se cumplieron seis meses desde que el Presidente Sebastián Piñera asumió su mandato. En lo que se refiere a su relación con el Congreso Nacional, el gobierno no ha estado exento de polémicas. Cabe recordar que al inicio del mandato, el llamado efectuado a expertos y políticos -de la coalición gobernante y la opositora-, a conformar mesas de acuerdos transversales para abordar temas de gran relevancia para la ciudadanía, fue mal recibido por los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, quienes vieron en esta propuesta un intento por sustraer materias del conocimiento del Parlamento. Sin embargo, las mesas de acuerdos transversales constituyeron un acierto del gobierno, volviendo a instaurar que la estabilidad de las políticas públicas requiere de amplios consensos.

Posteriormente, el Parlamento expresó críticas al gobierno por una supuesta "sequía legislativa", reclamando por la falta de iniciativas sometidas a discusión en el Congreso. La crítica apuntaba a la ausencia de aquellas reformas estructurales comprometidas en la campaña, desconociendo que una serie de iniciativas se habían sometido a trámite al Parlamento, por la vía de mensajes o indicaciones a proyectos en curso. En efecto, la actual administración presentó tempranamente indicaciones al proyecto de ley de migraciones -ingresado durante su primer mandato-, buscando hacerse cargo de una necesidad urgente en la materia. En lo que se refiere a la protección de la infancia, prioridad del gobierno, ingresó el proyecto que otorga un aumento de subvención a los organismos colaboradores del Sename, una indicación al proyecto que declara imprescriptibles los delitos sexuales en contra de menores y el proyecto sobre nueva ley de adopción.

A estas iniciativas han venido a sumarse -en estos días- importantes proyectos como el que crea el Ministerio de Familia y Desarrollo Social. En materia laboral, en tanto, el gobierno retomó prontamente la discusión sobre el estatuto laboral para jóvenes estudiantes, sumando recientemente la iniciativa de sala cuna universal. En educación, y cumpliendo el compromiso de la última etapa de la campaña, el Ejecutivo ingresó el proyecto que aumenta la gratuidad al 70% de estudiantes técnico-profesionales, y en salud presentó indicaciones a la Ley de Fármacos II.

La tramitación de estas iniciativas no ha sido sencilla. En este sentido, la oposición ha hecho sentir su peso en el Congreso, con las mayorías y presidencias de las comisiones, lo que ha traído costos para el gobierno en términos del avance de su agenda. Es innegable que en estos tropiezos también ha incidido cierta falta de capacidad del Ejecutivo para lidiar adecuadamente con el Congreso, tal como quedó en evidencia en el reciente debate sobre salario mínimo.

A la luz de lo anterior, no cabe afirmar que en este período el gobierno ha estado carente de iniciativas legislativas, si bien la tardanza en la presentación de sus anunciadas reformas estructurales probablemente incidió en una cierta pérdida de agenda. El ingreso de la reforma tributaria es el primer paso, y próximamente debería seguir la previsional. En la discusión legislativa que se avecina es relevante que el gobierno haga una defensa más clara de sus idearios, y que la oposición no utilice sus mayorías para el obstruccionismo.

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