Calles sin rejas

SEÑOR DIRECTOR
Mientras el mundo gira hacia ciudades más humanas y sustentables, Chile ha apostado por aumentar la segregación del espacio público a cambio de una supuesta mejoría en la seguridad.
Primero, no existe evidencia que respalde la propuesta del gobierno respecto del cierre de pasajes; de hecho, el aumento de rejas y cierres en las áreas urbanas de las últimas décadas no han sino acompañado el aumento de delitos violentos en el país.
Segundo, como postulaba hace décadas Jane Jacobs, son las mismas personas, en su actividad y diversidad, las que hacen de un espacio más seguro. Son, en sus palabras, “los ojos en la calle” los que promueven un sentido de seguridad y cohesión social necesaria en toda sociedad que busca vivir mejor.
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Por último, se trata de una iniciativa difícil de implementar y fiscalizar, que traslada todos los costos, no solo monetarios, a los propios vecinos, quienes, como muestra la experiencia, terminarán cerrando permanentemente los pasajes, cumpliendo ellos finalmente una condena de por vida.
Soledad Larraín
Arquitecta
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