Cambios de la ciudad



SEÑOR DIRECTOR:

La pandemia modificó rutinas y forma de vivir. Surge la distancia social y el teletrabajo llega para quedarse, afectando la demanda de oficinas, incrementa la vacancia y el comercio electrónico; los supermercados solicitan cambio de uso de sala de venta por bodega y los centros comerciales sus estrategias. Hoy la oficina cambió, híbridas en su uso, con menos puestos de trabajo, reuniones vía Zoom, y bancos cerrando sucursales con uso de tarjetas. ¿Necesitamos realmente una oficina?

El retail prioriza invertir en bodegas. Está la teleeducación, telemedicina, cocinas con delivery. Se iniciarán entregas con drones, etc.; conocemos la comodidad y beneficios de la venta online.

¿Qué hacer con edificios históricos como Banco de Chile, Biblioteca Nacional, Club de La Unión y grandes oficinas clase “A” de aquí a 10 años?

Si con la pandemia muchas empresas fueron capaces de moverse rápido, ofreciendo nuevos servicios casi de la noche a la mañana, también se puede hacer con el producto “ciudad”. Si se aplica esta velocidad y agilidad, es absolutamente posible lograr el objetivo de mejorar las ventajas y beneficios del producto, la calidad de vida y equidad de sus usuarios, los habitantes urbanos de su región, ciudad, comuna o barrio.

Felipe Cádiz Bouch

Urbanista y arquitecto

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