Candidatura de Boric: errado diagnóstico en orden público

La insistencia de seguir asociando la violencia que vive La Araucanía con la presencia de militares, o promover una refundación de Carabineros, son señales de que Boric carece por ahora de reformas aterrizadas en la realidad.



Esta vez, no fue inesperado que el Congreso volviera a extender por otros 15 días el estado constitucional de emergencia en provincias de La Araucanía y el Biobío. Con la concurrencia de diputados de oposición, en la Cámara Baja se aprobó por 80 votos a favor -la anterior prórroga contó con 76-, mientras que en el Senado el resultado fue más estrecho, probablemente porque varios senadores no participaron de la votación.

Entre los diputados que votaron en contra figura el abanderado presidencial del Frente Amplio y el Partido Comunista, Gabriel Boric, un hecho que naturalmente ha llamado la atención, considerando que hay coincidencia en que el combate a la violencia y el orden público constituyen uno de los mayores flancos débiles de esta candidatura, lo que parece haber quedado refrendado tras el triunfo de José Antonio Kast en la primera vuelta, quien justamente ha sostenido definiciones más resueltas en estos ámbitos.

La violencia en La Araucanía -así como en zonas de la región del Biobío- se ha convertido en una variable crítica en esta campaña, especialmente porque los hechos de violencia han registrado un peligroso aumento, no solo en frecuencia, sino también en la intensidad. Solo esta semana un grupo de trabajadores forestales fue emboscado a tiros, en la localidad de Curanilahue, resultando varios de ellos heridos, algunos con daño ocular.

El resultado de la primera vuelta en La Araucanía fue elocuente, pues Kast resultó con la primera mayoría con un categórico 42% -fue además la región en que mejor le fue-, contra el 16% que obtuvo Boric. No solo eso, en las 32 comunas de la región se impuso el abanderado del Partido Republicano, lo que da cuenta de que el discurso y las propuestas del Frente Amplio para hacer frente a la crisis que vive la región han tenido escasa acogida entre los votantes de la zona, y en cambio parecen ver en las propuestas de Kast -quien por ejemplo ha sido un claro partidario de la presencia de militares para ayudar a combatir la violencia en esta región- una solución mucho más acorde a la gravedad del problema.

Por eso se aguardaba con interés cómo votaría Boric esta nueva prórroga del estado de emergencia, para comprobar si se había producido algún giro en su postura. Su voto, así como la fundamentación, dejan claro que no. Al respecto, indicó que “nosotros no podemos seguir con las mismas recetas que han profundizado la violencia que hoy se vive en la macrozona sur”, señalando que seguirán acompañando a todas las víctimas de la violencia, tanto a las del pueblo mapuche, como aquellas producto de actos inaceptables, como la quema de iglesias y camiones.

Boric sigue asociando la presencia de militares -en virtud del estado de emergencia- como una medida que profundiza la violencia, sin estar dispuesto a admitir que la actuación de tropas en labores de apoyo a la policía ha devenido en una baja de los hechos violentos, desentendiéndose además de que una amplia mayoría de sus habitantes valora esta medida, lo que se refleja en la masiva consulta ciudadana llevada a cabo en la región, donde el 81% se pronunció a favor del mantener el estado de emergencia.

Esto es indicativo de que la candidatura frenteamplista sigue careciendo de un buen diagnóstico de lo que ocurre en esta zona -aparentemente sin ánimo de enmienda-, y que tampoco cuenta con propuestas que convenzan a sus habitantes, quedándose atrapada en las generalidades y en persistir en la fallida estrategia electoral de pretender vincular la violencia con la presencia de militares, lo que solo ha fortalecido a Kast.

A pesar de que Boric ha cambiado por estos días el tono de su discurso en materia de orden público -ha señalado, por ejemplo, que “no se puede indultar a una persona que quemó una iglesia, una pyme o que saqueó un supermercado”- es improbable que la percepción ciudadana se modifique si es que no ve propuestas más sintonizadas con la realidad y con lo que demanda la ciudadanía, algo que para Boric debería resultar crítico cuando quedan pocas semanas para la segunda vuelta y la contienda con Kast se anticipa que será voto a voto. Ilustrativo de ello es que el programa de Boric propone como una de las respuestas la “refundación” de Carabineros -sutilmente el comando ha empezado a usar más la expresión “reforma”-, un cambio que requerirá varios años antes de poder ser implementado, pero que no entrega ninguna solución en lo inmediato.

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