Casen 2017: cuando la pobreza disminuye, siempre es una buena noticia

Casen
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El país ha conocido recientemente los resultados de la encuesta Casen, sobre la realidad de millones de personas en relación a pobreza y desigualdad. De acuerdo a las cifras oficiales, la pobreza por ingresos disminuye de manera importante y ello es siempre, una buena noticia.

Así y a pesar del bajo crecimiento en la fecha de medición, la pobreza por ingresos baja de un de un 11,7% a un 8,6% disminuyendo en 9 regiones y no aumentando en ninguna. Estas cifras muestran que más de 500.000 personas dejaron la pobreza y de ellas más de 200.000, dejaron atrás la extrema pobreza. Creemos que la explicación de esta baja está en que políticas públicas adecuadas impidieron el deterioro de la calidad de vida de muchos compatriotas en un período económicamente muy complejo. En este sentido, si bien el crecimiento económico es fundamental en la generación de empleos y en la mejora de los ingresos de los hogares, hay que tener presente que no todos pueden acceder de igual manera al mercado laboral y por lo tanto, las políticas sociales, son fundamentales al reconocer y tomar medidas paliativas en este y otros campos.

La medición de la pobreza multidimensional que nuestro país implementa desde el 2013, sigue alcanzando a un número importante de personas (20,7% de la población). Por tratarse de una medición en distintas áreas del bienestar, su reducción requiere estrategias más osadas y pertinentes, que cuenten con voluntad política transversal para disminuirla a mayor velocidad. Pero es necesario rigurosidad en su análisis: hay dimensiones importantes donde la pobreza multidimensional tuvo mejoras: educación, salud, seguridad social. Los indicadores de servicios básicos, seguridad y ocupación, por su parte, empeoraron. Así, se requiere profundizar en la información y distinguir aquello que hemos hecho bien de lo que aún está pendiente.  

En cuanto a los índices de desigualdad, si bien el Coeficiente Gini "no es estadísticamente significativo" según el propio Ministerio de Desarrollo Social, se ha señalado que ha aumentado. Hoy el 10% más rico tiene 39,1 veces más ingresos laborales que el 10% más pobre, en tanto que en 2015 la relación era de 33,9 veces. Sin embargo, es preciso reconocer la eficacia de los subsidios monetarios que rebajan de manera importante nuestra mala distribución y que reduce esta cifras a 17 veces. Con todo, resulta infructuoso discutir cifras marginales, cuando el punto central está en que nuestro modelo de desarrollo arrastra hace décadas el drama de una profunda y permanente desigualdad.

En esta línea, cobra la mayor relevancia la discusión del proyecto del salario mínimo actualmente en trámite en el Parlamento, como la modernización de la reforma tributaria ad portas de iniciar su trámite legislativo.

Desde la sociedad civil lo hemos señalado en reiteradas ocasiones: necesitamos crecimiento económico sostenible y también de políticas públicas adecuadas y pertinentes. Faltando alguno de esos elementos, superar la pobreza y lograr mayores grados de equidad, se vuelve cuesta arriba.

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