Chile y Unasur



SEÑOR DIRECTOR:

El Presidente Lula ha invitado a los presidentes de América del Sur a una cumbre para el 30 de mayo en Brasilia. Se espera relanzar el foro Unasur con apoyo de Argentina. El Presidente brasileño intenta asumir un rol de actor central a nivel regional y global como promotor de la paz mundial. Su intervención en la guerra entre Rusia y Ucrania ha sido mal evaluada en Occidente, al imputar a ambos países responsabilidades en el conflicto.

Se observa la ausencia de debates previos y diagnósticos factuales sobre dicho proyecto. La revista The Economist describe a América Latina estancada en su crecimiento, con aumento de la pobreza y las desigualdades, violencia generalizada y crimen organizado, crisis de gobernabilidad y peligro de populismos mesiánicos.

La integración regional, desde la creación de la ALALC, languidece en la inanición. Basta nombrar al Mercosur, la Comunidad Andina de Naciones, Unasur y Prosur. Un proyecto eficiente ha sido la Alianza del Pacífico, hoy paralizada por la negativa del Presidente de México de entregar la presidencia al Perú. Las asimetrías de los países de la región, su renuencia a ceder soberanía a órganos comunitarios, las diferencias ideológicas y afanes hegemónicos han impedido crear una arquitectura institucional integracionista. CELAC, como órgano de consulta política y coordinación en representación de América Latina, ha cumplido sus fines.

Corresponde evaluar la conveniencia de sumarse a proyectos fallidos o revivir procesos fenecidos basados en la mera convergencia ideológica. La eventual adhesión de Chile es incierta ya que requiere la aprobación del Congreso. Nuestro país no sigue tendencias, ni puede convertirse en un apéndice de terceros países. Nuestra política exterior, fundada en su independencia soberana, respeta sus principios valóricos permanentes.

Nelson Hadad Heresy

Ex embajador de Chile, profesor de Relaciones Internacionales

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