SEÑOR DIRECTOR:
Ante la polémica por las cifras de homicidios que se han producido en este último tiempo, vuelve a ser evidente la necesidad de contar con cifras y datos confiables respecto de la evolución del delito en Chile. Pese a los esfuerzos, siguen siendo acotados y nada de lo que tenemos se acerca a un sistema unificado y con indicadores que permitan hacer seguimiento y evaluación de las políticas públicas.
En otros países, los reportes de datos sobre la evolución del delito existen hace mucho tiempo, siendo en sí mismos una política pública. Por ejemplo, en EE. UU., el FBI desde 1930 coordina el programa Uniform Crime Reporting Program.
En Chile sí existen áreas en las que contamos con buena información para la toma de decisiones. Por ejemplo, en el sistema financiero y económico, las instituciones son reguladas y obligadas a entregar información. Esta información es revisada por el ente regulador, y además es pública y estandarizada. ¿Por qué si para las personas la delincuencia es la principal preocupación desde ya hace algunos años no podemos aspirar a algo similar?
Enfrentar la delincuencia requiere acuerdos transversales y este podría ser uno de ellos. Los datos podrían servir para definir temas como decisiones presupuestarias, y puede ayudar a aumentar la confianza de las personas en el sistema de justicia. Pero más allá del repositorio de datos propiamente tal, sería bueno que existiera un ente público que realice la superintendencia y validación de los datos. Algo así como una CMF de la seguridad pública de carácter técnico, que vele porque los datos sean los correctos y cautele por el funcionamiento de las políticas públicas de seguridad. Solo si se avanza en esa línea sabremos si 37 homicidios en Fiestas Patrias son muchos, pocos o tienen alguna explicación de contexto.
Francisca Werth Wainer
Abogada
