Columna de Gabriela Clivio: “La rueda de Mándala ya giró”



Por Gabriela Clivio, economista, CFA, CAIA Directora de Mazars, founding member CFA Society Chile.

A la hora de valorizar empresas en funcionamiento existen básicamente dos grandes enfoques o maneras de hacerlo: el enfoque de mercado y el enfoque de ingresos. El primero es más fácil pero menos preciso y el segundo es más serio, conlleva más tiempo, pero finalmente es el preferido a la hora de “ponerle el precio a un activo” para llevar adelante una operación de compraventa. Para determinar un valor usando el enfoque de ingresos se necesitan las proyecciones de la empresa y la tasa de financiamiento que se conoce como tasa de descuento. A su vez, esta tasa de descuento (que es un promedio entre el costo de la deuda y la rentabilidad que busca el inversionista) se construye a partir de las tasas libres de riesgo que dependen, entre otras cosas, de la tasa de política monetaria vigente. Y ahí es donde la “rueda de mandala ya giró” y nos encontramos en la situación contraria a lo vivido entre los años 2020 y 2021.

En ese tiempo, para hacer frente a la pandemia, los diferentes países implementaron programas de ayuda fiscales y políticas monetarias extremadamente expansivas que llevaron las tasas de interés a niveles extremadamente bajos o incluso a 0% nominal. Esto último derivó en tasas de descuento muy bajas. La combinación de bajas tasas de descuento y las mismas proyecciones de las empresas resultó en un valor de las empresas mayor. Vivimos entonces, en plena pandemia, un alza importante en las valoraciones de los negocios y en los precios de las acciones en el mundo. Lo anterior, aunque lógico, para muchos era difícil de entender.

Pero como dice otra canción de Fito Páez, estos son ahora “recuerdos que me quiero llevar”. Actualmente vivimos la situación opuesta. La inflación se ha disparado en todas partes como consecuencia de varios factores entre los cuales se cuentan los problemas globales de abastecimiento derivados de la política de cero - Covid en China, el alza en el precio de los combustibles y otros commodities como consecuencia de la guerra en Ucrania, la extrema liquidez producto de los programas de ayudas fiscales y las bajísimas tasas de interés para estimular la demanda. Entonces ahora, los bancos centrales en su combate a la inflación están retirando su estímulo monetario y subiendo las tasas de interés y vivimos en presencia de políticas monetarias contractivas. En este “Otro lado del camino” en el que nos encontramos ahora, vivimos entonces la situación contraria: las mismas proyecciones pero ahora con mayores tasas de descuento. Es lógico entonces y no debe extrañarnos que tanto las empresas como las acciones valgan menos. Hoy, las empresas valen menos en todo el mundo salvo excepciones de algunos productores de commodities.

Ahora que la “rueda de mandala ya giró” todo lo que nos hizo bien en su minuto (las bajas tasas de política monetaria), hoy nos hace mal. Algo parecido a lo que Fito describe en su canción Las Tumbas de la Gloria donde cuenta que lo que nos hace bien también nos puede hacer mal. Las bajas tasas ayudaron sin duda a estimular las economías pero ahora apareció la inflación y los Bancos Centrales tienen que reaccionar. Como consecuencia, las valoraciones caen. Personalmente, no me gusta estar “de este lado del camino” como dice otro tema del genial Fito.

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