Un compromiso de largo plazo con Chile

Presidenta visita empresa industrial Sargent.
Un trabajador de la empresa industrial Sargent, realiza sus labores.


Durante estas semanas hemos presenciado cómo la economía chilena se ha visto impactada por la crisis social que ha vivido el país. Las cifras del Imacec de octubre y noviembre de 2019 así lo reflejan, con una caída de 3,4% y 3,3% respectivamente. Recién en diciembre, el Imacec mostró una leve alza de 1,1%, pero considerando el período 2019, la economía chilena cerró con una expansión de 1,2% anual, el crecimiento más bajo desde 2009.

En materia de inversiones, los resultados del 12º Barómetro de Empresas en Chile, elaborado por Deloitte, muestran que, de los 190 ejecutivos de primera línea encuestados, un 51% considera que las inversiones disminuirán en el país y un 91% cree que el clima de negocios es menos favorable en comparación al año pasado. En tanto, las proyecciones económicas de crecimiento para 2020 no superan el 2,4%, según estimaciones de la OCDE.

Ante este escenario, resulta imperativo tomar acciones que contribuyan a mitigar este pronóstico. Como Cámara Chilena Norteamericana de Comercio somos parte de este desafío porque representamos no solo una importante cuota de la inversión extranjera del país, sino también a una vibrante comunidad de socios que genera 450 mil puestos de trabajo en Chile.

Hoy, Chile se encuentra ante una posibilidad histórica, donde el diálogo y el establecimiento de la confianza en las instituciones serán la piedra angular desde la cual la sociedad y sus instituciones podrán salir fortalecidas de este proceso. En este sentido, valoramos los acuerdos que Chile ha logrado para superar esta crisis, teniendo siempre presente los principios democráticos que han sido la base del progreso del país en los últimos 30 años.

Durante estas décadas, hemos visto una economía que ha crecido sostenidamente y ha generado no solo condiciones macroeconómicas estables, sino que se ha destacado por la solidez de su institucionalidad, factor que ha sido determinante para los inversionistas extranjeros a la hora de instalarse en nuestro país.

La situación actual representa un desafío del que todos nos debemos hacer parte. Debemos trabajar juntos para convertir esta coyuntura en una oportunidad que nos permita aportar a la construcción de una economía sólida y una sociedad más inclusiva mediante un proceso trasparente, en favor de los ciudadanos.

La relación entre Chile y la comunidad de negocios de EE.UU. que representamos se ha construido sobre la base de un entendimiento de largo plazo, promoviendo el diálogo y espacios de encuentro. Por ello, reafirmamos nuestro compromiso y total disposición para acompañar y contribuir al proceso que Chile ha emprendido. Lo hacemos, porque estamos convencidos que las acciones de las compañías ya no se remiten solo al mundo privado, sino que deben asumir un rol social alineado al impacto que tienen en la vida de las personas.

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