Conflictos de interés



SEÑOR DIRECTOR:

La discusión pública en torno a las Isapres ha puesto en duda la posibilidad de que algunos conflictos de interés podrían restar objetividad, imparcialidad y hacer prevalecer intereses personales por sobre los generales en las decisiones que se tomen. Por este motivo, para no afectar al principio de probidad y la ética pública, es que se han adoptado diversos tipos de políticas preventivas en el sector público y privado.

Lamentablemente, muchas veces se entiende que la existencia de estos potenciales conflictos es per se negativa y debe ser reprochada; sin embargo, olvidamos que todas y todos estamos expuestos, ya sea por un tema familiar, de amistades, trabajos pasados y actuales, aficiones, entre otras circunstancias que podrían generarlos. Por ello es que el acento debe ponerse en gestionar estos conflictos -más que negarlos u ocultarlos-, para que no produzcan efectos negativos. Una primera forma de hacerlo es a través de la transparencia, es decir, ser claros e indicar cuáles son los posibles intereses personales y conflictos que pudieran producirse. Pero también en ocasiones es imprescindible abstenerse de participar cuando este conflicto no puede sino producirse.

En épocas de crisis de confianza, es clave actuar con la mayor transparencia posible y despejar cualquier duda sobre eventuales conflictos de intereses.

María Jaraquemada

Directora ejecutiva Chile Transparente

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