Contribuciones: fábula de la cigarra y la hormiga



SEÑOR DIRECTOR:

Con la exención de contribuciones para la primera vivienda, se entregan los incentivos correctos para ser previsores. Así, quien decidió ahorrar parte de sus ingresos después de impuestos para comprar una casa (hormiga), y quien tuvo los mismos ingresos, pero no ahorró (cigarra) tienen el mismo tratamiento tributario.

Pero ahora, según informa Pulso del 25 de octubre, la exención de contribuciones podrá no aplicarse fundándose “en forma conjunta, en el alto avalúo fiscal de la vivienda principal, y los ingresos del contribuyente y de su familia”.

Me interesa analizar el segundo requisito: consideremos dos personas con ingresos del trabajo idénticos, ambas ahorran y compran una casa, pero solamente una de ellas realiza aportes voluntarios para su jubilación. Al jubilar, la persona que sacrificó parte de su bienestar para realizar aportes voluntarios tendrá más ingresos que la otra persona, y aparte de pagar impuesto por esos mayores ingresos, tendrá que pagar el “impuesto contribución”. De nuevo se castiga a las personas previsoras y se favorece el comportamiento de la cigarra.

Jorge Niño