Convivencia universitaria

SEÑOR DIRECTOR

Esta semana se ha difundido ampliamente la situación vivida por una estudiante de nuestra Facultad que representa una grave alteración de la convivencia universitaria y del respeto que las comunidades de la Universidad de Chile asumen frente a la diversidad de perspectivas que la caracterizan como institución pública, que se debe a la sociedad chilena en su conjunto y que desarrolla procesos formativos, de extensión y de vinculación con el medio.

Situaciones excepcionales, como la vivida por nuestra estudiante, no serán toleradas y deben ser rechazadas con energía y decisión, apoyándose en la fortaleza de una universidad que debe resguardar su respeto irrestricto a la diversidad, al valor otorgado a sus procesos formativos y al debate permanente y coherente con el carácter público de su institucionalidad, de sus valores y de su cultura.

En base a procesos normativos y a prácticas permanentes de reflexión e intervención respecto a situaciones de violencia, que afectan no solo a estudiantes sino a las comunidades estamentales en su conjunto y a la imagen pública de una institución que promueve valores de respeto a los derechos de todos y todas, las autoridades y miembros de las comunidades de la Universidad de Chile se encuentran comprometidas en salvaguardar esos principios y fortalecer el sello de una cultura universitaria acorde a su historia y su misión.

Corresponde en primer lugar a las propias comunidades de la Universidad de Chile, a sus estamentos, autoridades e instancias colegiadas y representativas asumir esta posición crítica frente a cualquier hecho que vulnere los derechos de quienes participan de los procesos formativos que le son propios. De este modo, es el propio espíritu democrático de la Universidad de Chile el que debe orientar prácticas que aborden de manera constructiva las situaciones de violencia, como la acontecida recientemente, proyectando el desarrollo de una convivencia universitaria que inhiba condiciones de excepción y minoritarias que ladañan.

Roberto Aceituno

Decano Facultad de Ciencias Sociales

Universidad de Chile