Coronavirus y desplome del petróleo profundizan pérdidas de las acciones y ganancias del dólar local



En un país acostumbrado a buenos datos económicos, el martes pasado la Reserva Federal (FED) recortó sorpresivamente su Tasa de Política Monetaria (TPM) en 50 puntos base, producto del riesgo que está generando el coronavirus, dentro de un plan coordinado por parte de los principales Bancos Centrales para proveer mayor liquidez a los mercados. Australia y Malasia inicialmente recortaron su tasa, y en adelante, se espera prosigan Europa y Japón.

Esta vez, el recorte de tasa no fue producto de un mercado laboral deteriorado o una inflación decaída, más bien por el impacto en el crecimiento global que está en juego por el coronavirus y por la fuerte caída que experimentaron las bolsas norteamericanas en los días previos.

Distinto a Chile, en EE.UU. existe una fuerte correlación entre el desempeño de las bolsas y el consumo, debido a que una alta proporción de su población invierte en acciones, y, al experimentar fuertes caídas, aumenta la incertidumbre, cae el consumo, afectando así a la economía real. El recorte de tasa esta vez fue más bien práctico que teórico, dado que, en estricto rigor, la política monetaria no depende de la fluctuación de las acciones.

Algunos preguntan, cómo recortes de tasas podrían ayudar con una desaceleración proveniente del coronavirus, que impacta a la oferta más que a la demanda. Y la respuesta es que el recorte de tasa no solucionará el problema del suministro, sino más bien, apoyará el crecimiento incentivando una mayor demanda, y, por la mayor liquidez que proveerán los bancos comerciales a las empresas medianas.

Recientemente, los mercados globales experimentaron otro fuerte golpe, pero esta vez proveniente de una histórica caída del precio del Petróleo, dando así inicio a una guerra de precios que, junto al temor del coronavirus, dieron paso a una profundización de las caídas de los mercados accionarios y apreciación del dólar local.

En EE.UU. la tasa del treasury a 2 años que hasta pocos días estaba en torno a 0.7%, profundizó su caída hasta 0.37%, indicando que en adelante la FED podría recortar la tasa 3 veces más, y, la pregunta es, cómo estas expectativas impactarán al Banco Central de Chile (BCCh) en términos de decisiones.

Localmente, las fuertes alzas iniciales del USD/CLP fueron resultado de una contingencia interna, donde el BCCh decidió intervenir para reducir la volatilidad. Actualmente, las nuevas alzas que ha experimentado el par se ha debido a un mayor riesgo global, y en estos casos, el organismo es menos proclive a entrometerse, y, por ende, nuevas intervenciones podrían mantenerse suspendidas hasta no acercarnos al plebiscito constitucional a fines de abril, donde las primas por riesgo producto del estallido social vuelvan a incrementarse.

El mercado ha traspasado muy poco a precio la fuerte alza del tipo de cambio principalmente debido a que este efecto se produjo en paralelo a una fuerte caída de la demanda de bienes durables, que frenó el alza de la inflación. Por ende, en esta ocasión, la mayor inflación externa esperada podría incorporarse de forma lenta y luego acelerarse a medida que la demanda se normalice. No obstante, el mayor tipo de cambio si se traspasará a precio, debido a que este se mantendrá en un nivel estructural alto a medida que crece la deuda con respecto al PIB.

Antes del recorte de tasa de la FED, la curva swap local descontaba un posible recorte de 25 puntos en mayo, y, ahora, después del sorpresivo recorte, descuenta 25 puntos a fines de marzo y otros 25 puntos en junio.

La suma del menor crecimiento esperado para el presente año, que actualmente se estima en torno a 0.8% y 1.5%, más la fuerte caída que han experimentado los créditos de consumo, el alza del empleo informal y un nivel de tasa que favorece un flujo de capitales hacia Chile da espacio al BCCh para recortar la TPM en su próxima reunión de marzo. Recortes posteriores estarán sujeto al desenvolvimiento del plebiscito constituyente, el panorama internacional y a datos mensuales de crecimiento local.

Con el reciente desplome del precio del Petróleo, el par USD/CLP rompió sobre su techo 837.23, y de sostenerse sobre este, arriesga extender su alza hacia el rango 857.36-860.35. En contraste, únicamente posicionándose bajo 837.23 será de esperar un retroceso hacia el 824.07-822.07 y 810.66 en extensión, aunque a partir de estos niveles, pudiendo reiniciar su trayectoria alcista con facilidad.

El petróleo WTI abrió el lunes con un fuerte gap bajista. De sostenerse bajo 32.5195 buscará el rango 26.1300-24.2000, desde donde será de esperar una recuperación. No obstante, de romper bajo 23.0831 profundizará su caída hacia 16.6900. En contraste, si logra prontamente posicionarse sobre 32.5195, estar atentos a una recuperación hacia 42.1949, aunque a partir de este, sosteniendo su fuerza bajista.

Por el lado de la renta variable local, las acciones están baratas en dólares, con valorizaciones muy atractivas y el grueso de las compañías no están expuestas al coronavirus. A pesar de aquello, el IPSA no ha sido ajeno a las recientes caídas del mercado global.

Mientras el indicador se sostenga bajo 4240 arriesga profundizar su caída hacia los niveles 4019, 3855, el rango 3724-3665 y en un peor escenario, hasta el significativo nivel 3410.

No obstante, debido a los fundamentos expuestos anteriormente, sumado a los mejores términos de intercambio que traerá el menor precio del petróleo para chile, y, que beneficiará directamente a las compañías dependientes de esta materia prima, solo será de esperar que baje la tasa de crecimiento del coronavirus para que el indicador inicie una recuperación.

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