Cuestionable análisis previsional del gobierno

Foto RAUL LORCA


SEÑOR DIRECTOR:

En la propuesta previsional del gobierno, una multitud de nuevos subsidios serían financiados con un nuevo impuesto de 6 puntos porcentuales sobre empleos que ya pagan seguridad social. El gobierno cree que puede transformar este tremendo tributo en un “subsidio al trabajo de segmentos de ingresos medios y bajos”, por medio de redistribuir una parte de lo que recaude cada mes, hacia las cuentas de quienes hayan cotizado en ese mismo mes declarando ingresos bajos. Está equivocado.

Grandes segmentos de los ocupados son “imprevisores”, en el sentido de que su ahorro para la vejez sería muy insuficiente si el Estado no interviniera forzando a sus empleadores a retenerles recursos para pensiones. Para ellos, ese 6% es tributo. La percepción de la cotización como tributo se extiende a los segmentos previsores que sufren la iliquidez del ahorro para pensiones (para financian urgencias requieren créditos de consumo mayores, cuyo interés es UF + 25% anual, muy superior a la rentabilidad de su ahorro forzoso -UF + 4%). El subsidio propuesto tiene una cuantía ínfima en comparación a estos tributos percibidos. Aparte, ese subsidio puede ser regresivo, porque llega más seguido a quienes tienen menos lagunas, que son justamente quienes declaran mayor ingreso.

Una reforma realista empezaría por reducir lagunas o interrupciones de cotización. Ello depende de fiscalizar mucho más proactivamente que hoy el pago de cotizaciones en la pyme y de cerrar gradualmente la exención a la obligación de cotizar que utiliza aquel 80% de independientes que no da boleta de honorarios.

Salvador Valdés P.

UAI Negocios, Senior Fellow

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