SEÑOR DIRECTOR
En la edición del 19 de septiembre, aparece publicada una misiva titulada como esta carta, escrita por la ministra de las Culturas, Las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés.
Al margen de contener un par de anuncios formales, es un cúmulo escueto de devaneos poco concisos, dentro de los cuales llaman la atención, sobre todo, un par de cuestiones:
La ministra se pregunta por los elementos que componen nuestra identidad nacional, respondiéndose mediante la vulgata neoliberal de que aquello que nos delinearía colectivamente, no sería otra cosa que la suma de nuestras individualidades.
Luego agrega algo que parece una defensa editorial a su gestión: "En este confinamiento hemos visto como las culturas, las artes y el patrimonio se han fortalecido como espacio de reflexión, de contención para la salud mental, encuentro y convivencia”, proceso, según ella, robustecido gracias a las herramientas digitales.
Equivoca el diagnóstico. Respecto a lo primero, porque la reflexión acerca de quiénes somos como pueblo de Chile, no es baladí y si se va a eludir la inacabable reflexión de fondo aparejada a la pregunta, mejor sería no plantearla.
Y respecto a lo segundo, porque el mundo de la cultura lo que ha hecho durante la pandemia es sobrevivir como ha podido, entendiendo que las esquirlas de esta crisis lo acompañarán por un tiempo aun incalculable, reinventándose de manera desesperada por todos los medios posibles, pero también de forma experta, porque un sector que nunca ha tenido un ministerio a su altura, ni un plan de políticas públicas decentes en ninguno de los gobiernos que se han sucedido desde el final de la dictadura, sabe hacer precisamente aquello, resistir en medio de la desprotección absoluta y en el más violento de los abandonos.
Mario Horton Fleck
Actor, director y productor
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