Déficit de camas en la salud pública



Un informe del Ministerio de Salud señala que los 27 hospitales más complejos del país reciben diariamente un promedio de 670 pacientes en sus urgencias con orden de hospitalizarse, el 80% de los cuales son atendidos en las primeras 12 horas; sin embargo, para el resto la espera se puede prolongar por varios días.

Las cifras, aun cuando distan de constituir una crisis, no hacen sino relevar la deficiencia que la salud pública enfrenta en el país, donde la disponibilidad de camas recién superó los niveles que tenía el 2010 -que se vio afectada por el terremoto de ese año- y que alcanza una tasa inferior a la mitad del promedio de los países OCDE.

Si bien se han dado pasos para mejorar la atención de salud, el país aún está lejos de que la población la reciba en forma oportuna, especialmente cuando hay situaciones que recargan la demanda en los servicios. Si bien las autoridades se han fijado como meta en estos cuatro años aumentar la disponibilidad en 1.600 camas, es necesario avanzar en materia de gestión para hacer más eficiente la asignación de los recursos, seguir desarrollando los procesos alternativos de atención, como derivaciones y hospitalizaciones domiciliarias, e incorporar mejores estándares en la distribución de las camas.

Sin perjuicio de lo anterior, es una tarea pendiente y urgente, que debe ser enfrentada en forma desideologizada, y en la que la colaboración público-privada debe seguir contribuyendo para cubrir una brecha que está afectando muchas veces a las personas más vulnerables de la población.

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