Déficit de profesores: un desafío de Estado



Por Joaquín Walker, director ejecutivo de Elige Educar

Para 2025 enfrentaremos un déficit de 26 mil profesores idóneos y de siete mil educadores de párvulos, a lo cual se suma una baja de matrículas en los programas de pedagogía de un 19% en comparación al año pasado. Bajo este contexto, hoy se discute en el Congreso un proyecto de ley que modifica los requisitos de ingreso a los programas de pedagogía y que busca aplacar un escenario crítico. Si bien es necesario que esta iniciativa sea aprobada en el hemiciclo; al mismo tiempo, se requieren medidas adicionales que aborden integral y robustamente este desafío a través de un trabajo colaborativo y estratégico de las universidades, la sociedad civil y el Estado.

En primer lugar, para abordar el desafío de atracción y retención docente, es fundamental continuar fortaleciendo la Beca Vocación de Profesor, ya que -por la existencia de otras alternativas de financiamiento como la gratuidad- el número de beneficiarios y el atractivo de esta beca ha disminuido. Segundo, es primordial que las universidades -con el apoyo del Estado- prioricen la pedagogía como una carrera estratégica, potenciando la atracción a los programas de educación, ampliando su oferta académica y diseñando planes de estudios acordes con una realidad y conectada con los crecientes cambios sociales, económicos y culturales. En tercer lugar, es necesario continuar fortaleciendo la Política Nacional Docente, mejorando las condiciones de ejercicio y reduciendo el número de años requeridos para avanzar en la Carrera Docente en contextos de mayor vulnerabilidad. Bajo este marco, otro desafío es potenciar y ampliar el alcance de las mentorías a profesores que comienzan su ejercicio docente. Por último, debemos impulsar políticas para fortalecer el empoderamiento pedagógico y autonomía profesional -para lo cual el liderazgo directivo es clave-, así como actualizar el proceso de enseñanza-aprendizaje con los nuevos desafíos del siglo XXI, revisando cuál es el sentido del proceso educativo y las habilidades necesarias a desarrollar con los estudiantes.

Medidas como éstas, no solo solucionan el déficit proyectado de profesores; sino que también permiten fortalecer la atracción, desarrollo y retención de docentes innovadores, comprometidos, con alto grado de conocimientos disciplinares y expertos en didáctica. ¿Por qué es tan importante ocuparnos de este desafío? Para garantizar que todos los estudiantes tengan experiencias educativas significativas y de calidad, guiadas por profesores, para potenciar su aprendizaje y desarrollo integral.

En definitiva, este es el momento en el que como país debemos sumar esfuerzos para abordar la atracción y retención docente. La calidad de la educación depende de los profesores y de las condiciones y apoyos con que ejercen su labor, por lo que el déficit docente debe ser abordado con prioridad y colaboración como un desafío de Estado.

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