Democracia es diálogo

Gran marcha de Chile
Chile


Estas últimas semanas hemos estado viviendo la crisis política más seria y profunda de los últimos 30 años. Acá no está en juego la estabilidad de un gobierno; acá está en juego la estabilidad política de nuestro país. Detrás de las movilizaciones hay un reclamo de justicia que nos debe interpelar a todos como sociedad; el de la desigualdad, el del abuso. Este reclamo de justicia solo puede resolverse con diálogo.

Dialogar es un acto de responsabilidad política. Solo el diálogo nos va a permitir construir un mejor país bajo la lógica de la cooperación y la solidaridad entre quienes no piensan igual. ¿No es eso lo que justamente está detrás de este despertar de Chile, dejar de vernos como individuos autosuficientes y poner el foco en el bienestar común? Dialogar no significa que las personas no tengan opinión, sino que te permite participar de un espacio para que otros escuchen tu voz y también exige la disposición de escuchar a quien piensa distinto. Dialogar requiere humildad y generosidad.

El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, anunció ayer que el gobierno va a "iniciar el camino para avanzar hacia una nueva Constitución".

El reclamo por una nueva Constitución ya lleva varios años de existencia, pero estos días cobra especial sentido. Una nueva Constitución representa una medida de largo plazo que tiene varios propósitos, siendo uno de los principales en dotar de sentido de pertenencia a nuestras instituciones. El sentido de que Chile se construye entre todos y todas, y que la existencia de las instituciones es la consecuencia natural de dicha definición. Por eso el anuncio del ministro es muy importante.

Junto con el sentido de pertenencia, esta nueva Constitución tendrá la característica adicional: será debatida en democracia. Tal como explicaba Sol Serrano algunos días atrás, esta sería la primera vez que una Constitución en Chile se construye bajo un régimen democrático, lo que implica que por primera vez los chilenos y chilenas nos sentaremos a dialogar para definir juntos las reglas comunes básicas de convivencia nacional.

Para que la nueva Constitución sea efectivamente un ejercicio de diálogo nacional es fundamental que la forma en que ésta se construya sea participativa y ciudadana. Son diversos los mecanismos que existen para crear una nueva Constitución. Considerando la crisis de legitimidad que vive la política en Chile, y que la respuesta de comités técnicos a problemas sociales solo aumenta la sensación de desvinculación entre quienes dirigen y los chilenos y chilenas, el mecanismo no puede ser un trabajo del Congreso Nacional o de un comité de especialistas. El mecanismo idóneo para crear una nueva Constitución es la asamblea constituyente, donde los sectores sociales, políticos y económicos de este país estén plenamente representados.

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