El desafío de la demanda marítima boliviana



Señor director:

En vísperas del inicio de los alegatos orales en el juicio por la demanda marítima de Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, esta situación constituye el principal desafío que enfrenta en política exterior el nuevo gobierno y su canciller, del mismo modo que la controversia marítima con Perú - que concluyó con un fallo de dulce y agraz- dominó prácticamente toda la agenda internacional del primer gobierno de Sebastián Piñera. Todo parece indicar que nuevamente la agenda internacional se verá monopolizada por este juicio y las relaciones con Bolivia en general, incluyendo el caso del río Silala. El gesto de Evo Morales de venir a Chile para el cambio de mando evidencia que ya está preparando una renovada campaña publicitaria, en particular si se le negara la posibilidad de asistir a este evento tras ser invitado. Con ello posiblemente piensa demostrar, antes de los alegatos orales, la inflexibilidad chilena en contraste con la pretendida actitud dialogante de Bolivia.

La CIJ, en una etapa anterior (excepciones preliminares), dictaminó que "incluso asumiendo que la Corte decidiera que existe esa obligación, no sería tarea de la Corte predeterminar el resultado de cualquier negociación que tuviese lugar como consecuencia de esa obligación"(sentencia de 24 septiembre de 2015). De tal suerte, la CIJ no puede ahora obligar a Chile a negociar su integridad territorial concediéndole a Bolivia un acceso soberano al Océano Pacífico. Sin embargo, no cabe descartar que dicho Tribunal pueda obligar a las partes a continuar negociando en favor de ese país un mayor acceso al mar por el territorio chileno, disposición que Chile ha mantenido siempre que sea sin condiciones. Esta posibilidad fue admitida por el abogado Antonio Remiro Brotons, uno de los principales litigantes que asisten al gobierno boliviano, en una entrevista que formuló al diario La Razón de Bolivia, en abril de 2015, en orden a que en ese caso la obligación de negociar "persistirá y vivirá en el tiempo".

Es muy posible que Morales se aproveche de un fallo semejante para continuar su campaña publicitaria con finalidades de política interna. Chile deberá estar preparado para esa eventualidad.

Jaime Lagos Erazo

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