Desigualdad educativa

Fotografía: Patricio Fuentes

SEÑOR DIRECTOR

La pandemia ha profundizado las desigualdades existentes, con una celeridad que inquieta. Prueba de ello, es el deterioro que ha sufrido el acceso a la educación y que amenaza con ahondar las brechas existentes entre establecimientos y estudiantes, si no actuamos rápido.

Según el estudio “Impacto del Covid-19 en los resultados de aprendizaje y escolaridad en Chile”, desarrollado por el Ministerio de Educación y el Banco Mundial, se estima que los estudiantes podrían perder en promedio un 42% de los aprendizajes de un año, cifra que aumenta 8 puntos para aquellos del primer quintil.

Si bien, la tecnología ha servido para contrarrestar la ausencia de clases presenciales, la realidad muestra un acceso muy desigual. De hecho, una reciente encuesta del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales, señala que un 84,3% del quintil más acomodado ha podido acceder a la formación a distancia, mientras un 60,6% de los alumnos del quintil más vulnerable, ha recibido clases por videoconferencias.

Ante este escenario, se vuelve vital entender que el regreso a clases debe dejar de ser un tema tabú. Principios como la seguridad, en pleno cumplimiento de los protocolos sanitarios, la voluntad, para colegios que quieren abrir en acuerdo con sus comunidades, y la gradualidad, deben estar al centro, sin olvidar que para que esto sea posible, se requiere el esfuerzo de todos.

Innegable será la herida que el coronavirus dejará en nuestra educación, de eso no cabe duda; sin embargo, nos encontramos a tiempo de evitar que sus consecuencias sean aún más profundas para quienes más necesitan en el país.

Luz Poblete

Secretaria General Evópoli

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