Días fastos

Cuestión previa Acusación constitucional
01 DE OCTUBRE DE 2019/VALPARAISO El diputado Pepe Auth (c), durante la sesion de la Camara de Diputados, en donde se discute la Cuestion Previa de la Acusacion Constitucional en contra de la ministra de Educacion. FOTO: LEONARDO RUBILAR CHANDIA/AGENCIAUNO


Churchill dijo que en política ninguna victoria es definitiva y ninguna derrota es fatal, la agudeza de la afirmación no mitiga la alegría de los triunfos, ni el pesar de las derrotas, especialmente en una actividad tan competitiva como ésta. Estas últimas dos semanas, después de un año difícil, parece que comienzan a cambiar las tornas para el gobierno.

Tres hitos son los que, cronológicamente, se pueden citar. Primero, el paso del Presidente por Nueva York. Es indudable que en él cumplió un rol importante, asumió liderazgo en un tema que parece ajeno para la centroderecha y se mostró como un gobernante serio, conectado con una realidad acuciante, en un contexto en que los líderes de varios de los principales países del mundo tienen una actitud reticente y defensiva.

Luego, la victoria en la acusación constitucional contra la ministra Cubillos. Definitivamente parece haber dado vuelta el tablero -por un rato, nos acotaría Winston- renovando nuestra esperanza en que todavía hay parlamentarios que entienden el valor de las instituciones y no están dispuestos a convertir todo en una lucha de poder encaminada a destruir al adversario. Desde un comienzo era evidente que no había otro fundamento que el interés de sacar a una autoridad cuya agenda les resulta insoportable.

Comentario aparte merecen algunas reacciones posteriores que apuntan a preguntarle reiteradamente a la ministra si hace un mea culpa, si no reconoce que su manera de ser provocó la acusación. Imposible no recordar a esas personas que, en otro plano y en algunos casos con indisimulada misoginia, sostienen que la víctima de un delito contribuyó con su conducta para ser atacada. El punto no es si la ministra es "dura", o si su agenda es "ideológica", o si con su discurso "provoca" a sus adversarios; porque, incluso si todo eso fuera cierto, sus adversarios tienen todo el derecho y los medios para responderle en el debate político, así como votar en contra sus proyectos, como efectivamente han hecho.

Lo que no pueden hacer, como bien dijo tempranamente el diputado Auth en una actitud que lo ennoblece, es manipular las instituciones, pretextando infracciones a la Constitución y la ley para destituirla. Es de los promotores de la acusación que se esperaría un mea culpa y que se les preguntara si aprendieron algo.

Por último, el sorpresivo Imacec de agosto muestra que la economía empieza a repuntar, aún en el adverso escenario externo. El trabajo bien hecho se impone al discurso amargo y fatalista, que llama a un populismo tan estéril como peligroso.

Los romanos destinaban ciertos días a las actividades humanas, entre las que estaba la política. No hay duda que el gobierno ha tenido sus días fastos en estas dos semanas.

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