Disparo innecesario



SEÑOR DIRECTOR

La investigación por la trágica muerte de un joven en Panguipulli estableció que los últimos tres disparos del carabinero ocurrieron entre las 15:32:04 y las 15:32:05. La Fiscalía estimó innecesario el último de esos tiros, exigiéndole por lo tanto a esa víctima de una agresión potencialmente mortal, que en 1/3 de segundo tuviera la capacidad de discernir que esa arremetida ya estaba controlada.

Es normal sentirse amedrentados por las amenazas de funas y linchamientos virtuales. Pero quienes están a cargo de las investigaciones tienen que abstraerse de ese ruido ambiente. En este caso, existen imágenes desde distintos ángulos que muestran lo que ocurrió, que se suman a declaraciones de testigos y a un informe pericial de la PDI.

Si Carabineros está desde antes cuestionado, lo que ocurrió durante el estallido social, que exista una profunda rabia en grupos postergados por la sociedad, o lo que opinen algunos parlamentarios, no debe influir en esa ponderación.

Cuando los policías sean robots, tal vez sí se pueda exigir ese nivel de precisión a un agente responsable de la seguridad. Como en las películas de acción, donde los malos erran todos sus tiros y los buenos -habitualmente policías- no fallan ninguno. Solo en esas películas a veces sus protagonistas también toman decisiones complejas en 1/3 de segundo.

Héctor García Barros

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