Drogas y política



SEÑOR DIRECTOR

La opinión pública ha sido sacudida por un reportaje televisivo sobre vínculos entre militantes del PS de la comuna de San Ramón y el narcotráfico local, todo ello con ocasión de las elecciones de su directiva. El Tribunal Supremo de ese partido, luego de largas cavilaciones, anuló la votación en esa comuna.

No es la primera vez que las drogas se inmiscuyen en la política. Recordemos las acusaciones de Francisco Javier Cuadra sobre consumo y tráfico de droga en la Cámara de Diputados; las imputaciones de dos diputados UDI sobre el uso de drogas por parte de dos dirigentes de RN; la investigación periodística "Una delgada línea blanca", de Rodrigo de Castro, sobre los lazos entre cercanos al general Pinochet y el traficante Yamal Edgardo Bathich Villarroel, oficialmente importador de motores usados y de repuestos de automóviles que contenían la droga; el proceso contra el alcalde PPD de Hualpén (Talcahuano), que culminó con su destitución y posterior condena, y que hace pocos días ha anunciado una candidatura al Congreso.

Pese a ello, Chile está muy lejos de la situación que han vivido otros países de la región. Pero nadie puede negar que el narcotráfico se ha instalado en varios barrios populares de las grandes ciudades y de ahí extiende sus redes buscando influencia, complicidad y protección. Baste con recordar la forma que han asumido los funerales de sus líderes y el apoyo que compran en la población.

Por eso la denuncia de lo ocurrido en el PS es importante y oportuna: abre los ojos frente a una amenaza inminente.

La reacción no cabe esperarla solo de las nuevas autoridades del PS, sino de todos los partidos y del propio gobierno. La salud y legitimidad de la democracia está en juego. Hay que cortar de raíz cualquier relación entre política y drogas. En vez de hacer del escándalo un arma en la contienda política, debiéramos unirnos para luchar contra la corrupción y preservar la transparencia y probidad de las instituciones. Comenzando por los municipios.

José Antonio Viera-Gallo

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