El escenario económico

Bandera imacec


El Imacec de diciembre creció un 1,1% respecto del mismo mes del año anterior, con lo que el crecimiento en el 2019 alcanzaría un 1,2%, el más bajo desde el 2009. Sin duda que el estallido social (estallido pues no responde a ningún sector político y carece de conducción) jugó un papel crucial en este resultado, pero cabe recordar que a septiembre el crecimiento del Imacec alcanzaba un 2,3% y el índice de percepción de la economía había caído a 38,6. Cuánto creceremos en los próximos dos años dependerá de los escenarios que se configuren.

En lo internacional, "viviremos en peligro" por los problemas de diferente índole que afectan al planeta (la crisis climática, las elecciones en EE.UU., las consecuencias del Brexit, la suerte de China, el conflicto en el Medio Oriente, etc.). En Chile, la política siempre incide en el desempeño de la economía, pero ello es particularmente cierto, luego del 18 O.

Existe incertidumbre pues hemos avanzado en los hechos a un sistema parlamentario sin que constemos todavía con la institucionalidad necesaria; también porque el Presidente está "en otra", carece de liderazgo sobre su coalición y a veces se tiene la sensación que las políticas implementadas para superar la crisis se han impulsado a pesar de él. Tampoco ayudan los obstáculos que enfrentan las reformas en los sectores más ortodoxos de la derecha y su esfuerzo constante por "inflar" los problemas de orden público que enfrentamos. En este contexto, un cambio de gabinete para imponer mano dura y parar las reformas sería una mala noticia. Tampoco ayuda la falta de liderazgo en la oposición, para convencer a la ciudadanía que el proceso constituyente es hoy el camino para avanzar hacia una economía más igualitaria e inclusiva, una sociedad más integrada y menos abusiva y a un sistema político con una democracia renovada. La recomposición de los liderazgos opositores mejoraría el escenario sustantivamente.

Dicho lo anterior no cabe moverse a engaños. Es positiva la reforma tributaria (aunque es probable que recaude menos de lo esperado) y son positivos los avances sociales (incluida la baja de precios de los medicamentos que viene), muchos inimaginables hace tres meses. No obstante, lo decisivo para generar un ambiente de paz social en los dos años que vienen son los cambios estructurales en pensiones (un nuevo pilar público que destine el 6% patronal a mejorar las jubilaciones contributivas del 90% de los pensionados de hoy y mañana), en el mix público privado de la salud y en el método para resolver el endeudamiento estudiantil y las perspectivas laborales de los jóvenes universitarios. Nada de esto se puede resolver de un día para otro, pero es clave mostrar la voluntad de avanzar y también reconocer que es necesario hacer distinto lo que hemos venido haciendo en el campo económico.

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