El Estado nos tiene abandonados



SEÑOR DIRECTOR

En 2018 quemaron el reconocido Hotel Quelén en Lanalhue, en 2019 y 2020 casi un centenar de casas de Quidico, Lanalhue, Cañete, Tirúa, Contulmo, y en los últimos meses, propiedades en Panguipulli y otras localidades; para ahora dejar helado a todo el país con el ataque incendiario a la familia García en Lautaro.

Biobío y La Araucanía están sumergidas en el terrorismo y el gobierno sigue convocando a acuerdos nacionales. Independientemente de cualquier tendencia política, la pregunta es: ¿estamos dispuestos a seguir aguantando la violencia y el amedrentamiento sin control de parte importante de nuestra ciudadanía?

Es deber del Estado combatir el terrorismo con la fuerza y las atribuciones que le entrega la Constitución, sin embargo nuestro Estado -y entiéndase por Estado al gobierno, el Congreso y sus parlamentarios y el Poder Judicial- nos tiene abandonados. Fruto del trabajo de cada uno de nosotros, a través de los impuestos, pagamos los sueldos de los integrantes de nuestro Estado para que, entre otros temas, sean quienes se preocupen por nuestra seguridad.

Ningún Presidente de Chile ni ministro del Interior debería aceptar un cargo de esas características si teme por lo que pasará con organismos de derechos humanos o con la oposición al momento que decida combatir ese terrorismo que tiene a toda nuestra macro zona sur aterrorizada y amenazada a diario, y hace muchos años. El “uso de la fuerza” no debe seguir siendo una frase tabú ni sinónimo de extrema derecha o extrema izquierda, es lo mínimo que como chilenos trabajadores exigimos para vivir en paz y seguir cuidando nuestra Patria.

Michelle Labbé

Economista

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